“Mi meta es estudiar y luego tratar de devolverle al campo, de reconstruirlo, debemos cultivarlo y cuidarlo, para las generaciones que vienen”, es lo que dice uno de los estudiantes de la Ciudadela Juvenil Amazónica Don Bosco en San Vicente del Caguán, y en esto coinciden varios jóvenes.
La Hermana Blanca Rubiela Orozco, rectora de la Ciudadela, ratifica que el objetivo del proyecto es ayudar a los jóvenes más vulnerables, vulnerables por las distancias, por las posibilidades de formación en el campo.
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“Lo fundamental en los proyectos y procesos educativos de esta obra, es que las nuevas generaciones, sobre todo, conozcan, amen este territorio y con las posibilidades de capacitación, los jóvenes puedan servir a sus comunidades y servir al territorio”, menciona Francisco Múnera, Obispo del Vicariato Apostólico de San Vicente del Caguán.
Para dar un acompañamiento más cercano, se procura que los grupos de jóvenes que asistan a la Ciudadela sean pequeños, de manera que se pueda impactar a los jóvenes y a sus familias.
Así mismo, a la Ciudadela asisten jóvenes de varios municipios del departamento, entre estos: Puerto Rico y Cartagena del Chairá, y otros de Resguardos Indígenas como nasa kiwe, ubicado en intermediaciones de Puerto Rico y San Vicente del Caguán.
Por: Lina María Serna. Periodista – Editora.
Fuente: Proyecto Comunidades Rurales – Ciudadela Juvenil Amazónica Don Bosco, Vicariato Apostólico de San Vicente del Caguán e Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).