La presencia de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización – ARN en el municipio del Carmen del Darién, Chocó, especialmente el Antiguo Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación – AETCR Silver Vidal Mora, de la vereda Caracolí; ha sido fundamental para que los excombatientes adquieran las herramientas necesarias para enfrentar una vida digna desde la productividad y el emprendimiento. Así lo manifestó la facilitadora Vivian Yesenia Lozano.
Si alguien en Colombia quisiera verificar la veracidad de este proceso, solo es que se monte en la moto de esta mujer facilitadora de los procesos productivos con la ARN, recorriendo carreteras agrestes, cruzando puentes y quebradas, que en la teoría machista de la región “solo un hombre cruzaría”. Además, es fantástico ver como una comunidad puede apreciar tanto el trabajo de una persona y no solo desde lo productivo, sino desde la esencia del ser humano.
Porque hoy en día es muy difícil ver comunidades afectivas, solo por la condición de miedo y desconfianza por la situación de nuestro país. Sin embargo, al encuentro de Vivian sale hasta “Juancho” el guacamayo doméstico de la vereda El Tesoro, las personas la reciben como cuando hace años llegaba el cura al pueblo, esto es sencillamente la muestra que ella y la agencia están haciendo las cosas bien.
Pasado el recibimiento y la tertulia de llegada, ella y el facilitador del proyecto Mujer Mestiza, Indígena y Afrodescendiente – MIA, vieron como fueron saliendo como juiciosos estudiantes de sus casas, al punto de encuentro de la comunidad. Donde en cuestión de 15 minutos ya tenían armado un teatro improvisado, pues para ellos lo importante era la capacitación y el compartir con las personas que los visitaban sin importar las condiciones del lugar.
Para la mujer campesina, el tema de la violencia y desigualdad de género es casi el pan de cada día, por lo que la intención de la capacitación era dejarles claro que ser mujer no las hace menos seres humanos y que por el contrario, con el apoyo de los aliados lo que se busca es darles su lugar dentro de sus comunidades. Fortaleciendo los valores cívicos y democráticos para que puedan mejorar su calidad de vida, viviendo felices y conociendo las rutas de protección en caso de violencia de género de manera particular o colectiva.
En dicha actividad participaron activamente los reincorporados pertenecientes al AETCR, sus familias y la comunidad, situación por la que de plano, ya el proceso de paz en Colombia valió la pena.
Por: Miguel Ángel Arango Cifuentes. Facilitador educativo del proyecto MIA.
Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.