Doña Sixta ha dedicado gran parte de su vida al cultivo agroecológico y cree en la necesidad de recuperar el campo.
Por Daiana González
Desde el 4 de noviembre del 2004 doña Sixta y demás organizaciones campesinas lograron no solo realizar un Mercado Campesino en la Plaza de Bolívar, sino también llevar a cabo diferentes mercados cada 15 días en diferentes parques de la capital.
Sin embargo, desde hace seis meses, a causa de la reducción del presupuesto por parte del la alcaldía, no se ha podido realizar ninguno. Doña Sixta Álvarez nos habla de este proceso y otros más que intenta reivindicar desde la Fundación San Isidro a la que pertenece:
¿Cómo dio con la Fundación San Isidro? Yo estaba en un momento de crisis algo pesado. No quería saber de nada, entonces un día pasaron con el cuento de que había una reunión para los campesinos y yo ahí mismo pregunté ¿Y cuánto hay que pagar? y me dijeron que no había que pagar nada. Decían que de la Fundación San Isidro, nadie sabía cuál era esa fundación. Igual fuimos.
Para esa primera reunión fue mucha gente, en la próxima fueron más poquitos, ya en la actualidad la única que estoy participando soy yo desde el 2001.
¿En qué actividades de la fundación ha participado? Yo pertenezco a dos grupos: uno se llama “Construyendo presente y futuro que es de Tuta, Paipa y Duitama. Y con otro que es solo de Duitama que se llama “Mujeres campesinas”. A mí me han mandado a muchos lugares a enseñar y aprender y a mí me tienen mucho en cuenta porque mis semillas son naturales.
¿Y qué piensa de los Mercados Campesinos en los que participa? Los Mercados uno los extraña porque ya tiene uno su clientela, en cada mercado conoce una persona más, en cada mercado comparte con las personas.
Hace poco nos redujeron el presupuesto de los mercados campesinos que cada 15 días se realizan en diferentes parques de Bogotá y eso nos ha perjudicado enormemente. Porque a uno le hace falta en todo sentido: le hace falta estar allá presenciando a los compañeros que están luchando por esto; Le hace falta ver a todos los chismositos que salen a hablar con una; le hace falta la plata. Para mí es una cosa muy bonita. Pero nos quitaron el presupuesto y no hemos tenido mercados en febrero, ni marzo, ni abril. Los haciamos cada 15 días y ahora ni cada 15, ni cada mes.
¿Cómo ve el futuro del campo? Pues, veo a los jóvenes lejos del campo. Solo piensan en estudiar y estudiar, pero la agricultura poco ¿Por qué la agricultura no se da? Hay dos opciones: la primera, a nosotros nos criaron con la obligación de cultivar una mata, amarrar a un animal. Ahora no, porque el señor gobierno dice que el niño solo debe estudiar. La Segunda, porque la gente se queja de que el campo ya no está dando y el campo da, sabiéndolo llevar, lo que pasa es que no tenemos apoyo del gobierno. Para ellos los campesinos somos cero; somos cochinos, somos desobedientes, somos lo peor. Pero él no se da cuenta de que si no fuera por el campo ¿Quién comería? Sí, yo sé que tienen cosas de otros países, pero igual, de dónde sacaron esa comida ¿del parque?
¿Por qué es importante la soberanía alimentaria? Sin la soberanía alimentaria nosotros no vamos a tener qué comer y vamos a depender siempre de por allá de los otros lados ¿Y quiénes están en los otros lados? Químicos. Desde que empiezan a cultivar hasta cuando mandan la comida porque ellos deben de echarles conservantes para que no se vaya a dañar. Entonces por eso luchamos con los Mercados Campesinos, porque queremos darnos a conocer y decirle a la gente: los campesinos sí trabajamos y si podemos vender una papa, una yuca, cualquier cosa, directamente al consumidor. No hay necesidad de intermediarios, porque es él el que se queda con lo de uno.