Ayer la Cámara de Representantes por unidad de votos aprobó la ley que prohíbe la explotación del asbesto y todos sus procesos en el país; un proyecto que se había debatido durante 12 años puesto que los daños en la salud de las personas y los ecosistemas son irreversibles; con una votación de 131 votos el proyecto queda establecido en el país.
El asbesto es un mineral que se extrae del subsuelo, el cual se transforma automáticamente en fibras que son el doble más pequeñas que un cabello. Este mineral se usa para el aislamiento de edificios, como componente para tejados, carreteras, tuberías de agua y mantas incombustibles.
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Las fibras de asbesto son tan diminutas que el acceso de este al cuerpo humano por medio de la respiración es inmediato; son tan pequeñas que las personas no se dan cuenta de su ingreso a las vías respiratorias; sin embargo, los problemas comienzan a desarrollarse meses después a través de malformaciones, cáncer de pulmón y otros problemas respiratorios; a tal punto que puede ser causante de la muerte. En Colombia un porcentaje valioso de la población ha sido afectada por este mineral.
Es a partir de estos problemas en la salud que el proyecto recibe su nombre de Ana Cecilia Niño, en honor a la mujer que batalló contra el cáncer producido por el ingreso de este material a su cuerpo. Ha sido su esposo, Daniel Pineda, uno de los promotores de la prohibición y quien señala lo siguiente frente a la decisión tomada el día de ayer:
“Estamos felices. Ahora ya solo falta esperar la conciliación entre el Senado y la Cámara y que el Presidente Duque la sancione, para que podamos ponerle fin definitivo al uso de este material», dice Pineda a la opinión pública.
Cabe resaltar que hace algunos días Boyacá se proclamó como el primer departamento en el país en decirle no al uso de este material y hoy se convierte la nación completa. Por otro lado, es importante saber que si este es aprobado en la conciliación del Senado, la Cámara y el presidente, la ley comenzaría a regir a partir de enero de 2021 al necesitarse tiempo para su implementación y evitar demandas al Estado.
Por: Daimer Fernando Losada Bermeo. Periodista.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.