En el mes de diciembre de 2020, el Consejo Directivo de la Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquia (Corantioquia) confirmó mediante el Acuerdo 596, que el área Protegida Quitasol – La Holanda ubicada en el Norte del Valle de Aburrá, en el departamento de Antioquia, se encuentra bajo la figura de Distrito Regional de Manejo Integrado (DRMI). Que es una categoría de protección ecosistémica cuya finalidad es combinar acciones de protección y conservación de un área reservada, con posibilidades de uso y aprovechamiento sostenibles.
Este territorio tiene más de 6.888 hectáreas y es el hábitad de especies propias de la región, posee además un patrimonio arqueológico inigualable, que hace que sus características ecosistémicas sean únicas y diversas. Razón por la cual, el Instituto Alexander von Humboldt dio el concepto favorable para la protección y conservación de esta zona.
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El acuerdo involucra a 17 veredas de seis municipios, cuatro ubicados en el Valle de Aburrá (Bello, Barbosa, Copacabana y Girardota) y dos en el Norte de Antioquia (San Pedro de los Milagros y Donmatías).
¿Qué se pretende proteger?
Se preservarán fuentes hídricas de la zona como la cuenca abastecedora del Alto de Medina en San Pedro de los Milagros. Además se aportará al control de la erosión, la protección de la biodiversidad y la conservación del patrimonio arqueológico del cerro Quitasol, donde se encuentra el camino de Niquía Corrales, una infraestructura que corresponde con la época prehispánica.
Asimismo, es importante el cuidado y conservación de los bosques Altoandinos de robledales, que se encuentran bajo la jurisdicción de San Pedro de los Milagros, Barbosa, Girardota, Bello, Copacabana y Donmatías, y los bosques de la vereda La Holanda en el municipio de Girardota.
Por otra parte, se busca la protección de 14 especies de fauna como el ocelote y el gorrión montés o montañerito paisa, el cual se encuentra en peligro crítico e incluso fue considerado como extinto. En cuanto a la flora, se busca proteger especies como el cedro y el roble.
Finalmente, es importante resaltar que este acuerdo fue posible gracias al trabajo conjunto entre el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, Corantioquia y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), y contó con la participación activa de las alcaldías municipales y sus comunidades.
Por: Isabella Durán Mejía. Periodista.
Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.