El Departamento Administrativo Nacional de Estadística – DANE dio a conocer los resultados del IV Censo Nacional Arrocero, que busca la eficiencia económica, la competitividad y la información actualizada de herramientas para fortalecer la productividad del sector, mejorar la calidad de vida de los productores, formular políticas sobre cambio climático y sostenibilidad de la biodiversidad, y promover el desarrollo tecnológico.
El Dane afirmó que la producción de arroz mecanizado alcanzó 2.971.975 toneladas de paddy verde, la producción más alta en la historia del país. Esta jornada tuvo un costo de 1.000 millones de pesos y se ejecutó con fondos de la Federación Nacional de Arroceros – Fedearroz.
Se realizó en dos etapas del 2016, la primera entre mayo y julio, tiempo durante el cual se visitó a los productores ubicados fuera de los distritos de riego, y la segunda entre los meses de octubre y diciembre, para tomar la información de los productores en todas las zonas arroceras. Para esta actividad se entrevistaron a más de 16 mil agricultores en 210 municipios, con el fin de conocer todas las variables.
Pese a lo anterior, Rafael Hernández Lozano, gerente general de Fedearroz, informó mediante un comunicado de prensa que uno de los resultados más preocupantes del informe del Dane es que gran parte de la maquinaria, compuesta por cosechadoras y tractores en manos de los productores arroceros, se encuentra obsoleta.
“Según datos del censo, mientras que en el centro del país una cosechadora atiende un área de 120 hectáreas, en regiones como los Llanos Orientales se utiliza para 376 hectáreas, lo que indica la problemática que ello representa, por las demoras para atender oportunamente las fechas de corta”, señaló Hernández.
Para el caso de los tractores se encontró que el 48.2% tienen más de 15 años, lo cual significa un alto grado de ineficiencia técnica y económica; en regiones como los Llanos Orientales y el Bajo Cauca o Caribe Húmedo, el número de tractores es insuficiente para cubrir la demanda que ha aumentado en los últimos años.
Las dos razones anteriores representan un faltante de 1.200 hectáreas para cubrir la demanda. “Teniendo en cuenta que en Colombia estamos próximos a iniciar las siembras de arroz de la cosecha grande de 2017, se hace necesario por parte del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, junto con Finagro y el Banco Agrario, fijar una política de incentivos especiales para que los productores arroceros adquieran maquinaria, con prioridad de tractores y combinadas, de tal manera que puedan continuar su actividad productiva con mayor eficiencia y menos riesgos. Este aspecto es muy importante y decisivo, como quiera que se trata de garantizar que, en la fase final del cultivo, no se pierda buena parte de los esfuerzos y la inversión hecha a lo largo de 4 meses”, afirmó el Gerente.
Fedearroz concluye que el buen estado de la maquinaria y la responsabilidad del productor de sembrar únicamente lo que se coseche bajo las mejores condiciones y con la venta asegurada del producto, son necesidades apremiantes para cumplir la meta de producción.
Autor: Maria Luisa Pedraza, Estudiante de Comunicación Social. @LuisaPedraza80
Editor: Katherine Vargas Gaitán, Periodista Editora. @KatheVargasg