La explotación irracional de los recursos naturales y la contaminación de las industrias en el altiplano Cundiboyacense son los principales generadores de la mitad de la poluciónen el país. Cundinamarca emite el 45% de gases invernadero de la región y Sogamoso, en el departamento de Boyacá, siendo una de las ciudades más industriales de Colombia, está por encima del 200 por ciento del tope admisible por las normas internacionales en cuanto a la contaminación del aire.
Las zonas industriales de la capital y las empresas que se han trasladado a municipios aledaños como Chía, Mosquera, Madrid, Funza y Soacha generan gran cantidad de gases invernadero, ante esta situación, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca – CAR y la Corporación Ambiental Empresarial Caem, trabajan con más de 800 empresas para que mejoren sus procesos de transformación y reduzcan la emisión de gases de carbono en un 20%, de esta manera se logrará que en cuatro años se vinculen cerca de 300 empresas más, reduciendo la emisión en más de 50 mil toneladas de CO2.
Cabe agregar que las principales actividades de la región Cundiboyacense son la ganadería y la agricultura de autoconsumo, con especies adaptadas a los ecosistemas de montaña y las múltiples variedades de papa, maíz, trigo, cebada, flores, algunos tubérculos, hortalizas, fríjol, etc.
Los cambios en la temperatura del aire de las montañas pueden afectar la producción de estos cultivos, pues su rendimiento depende directamente de las condiciones climáticas (temperatura y humedad). Por ejemplo, para la producción de papa, la temperatura óptima en promedio debe fluctuar entre 10ºC a 15ºC, y el crecimiento del tubérculo se detiene bruscamente por debajo de los 7ºC y por encima de los 19ºC.
En este sentido, es importante aclarar que las montañas están expuestas a diversas presiones de la población que la habita y por aquellas actividades como la agricultura, ganadería y carreteras se causa una serie de impactos en el cambio climático que podrían llevar a la modificación de los sistemas ecológicos y a la desaparición de la biodiversidad andina, fenómeno que a su vez se acentúa por las actividades de las industrias extractivas-mineras.
En la actualidad, esta región se ve afectada por intensas lluvias, y por secuelas de inundaciones, crecidas de ríos, granizadas, fuertes precipitaciones acompañadas de heladas y altas temperaturas asociados a cambios en la variabilidad climática y a eventos extremos como el fenómeno del Niño; precisamente siendo una de las regiones donde se concentran el mayor número de comunidades campesinas y productivas del país, se ha incrementado la situación de vulnerabilidad y de pobreza de los habitantes ante los efectos del cambio climático.
Se espera que para el año 2030 se logre la tarea de reducir los gases de efecto invernadero, pues las empresas requieren de grandes cambios y de fuertes inversiones económicas en sus procesos; ejemplo de ello son las ladrilleras, principales fuentes de contaminación del aire, ya que en su mayoría cuentan con hornos artesanales emitiendo millones de toneladas de CO2 al año.
Autor: Sandra Patricia Romero , Facilitadora EDC – Cundinamarca.
Editor: Katherine Vargas Gaitán, Periodista Editora. @KatheVargasg