Generalmente, el sector industrial no da uso a los residuos de estos frutos que tienen un elevado consumo en Valle de Cauca y terminan desechados en acueductos y otros sitios provocando impactos a nivel ambiental. Por lo que el ingeniero agroindustrial Wilson Daniel Caicedo y la ingeniera ambiental Valentina Arias Velasco, ambos de la UNAL Sede Palmira, encontraron en estos residuos una opción en la producción de otro material.
Se trata de un estudio orientado a convertir estos residuos en biocarbón mediante un proceso térmico llamado pirólisis, el cual descompone químicamente la materia orgánica. El ingeniero Caicedo mencionó que el biocarbón puede emplearse como fuente de energía, dando solución a una problemática constante por extractivismo.
Las industrias usan principalmente estos carbones en calderas, para calentar agua o aire, en procesos como el secado de ciertos productos o la pasteurización de líquidos como leche o jugos, en otras palabras, se utiliza particularmente en procesos térmicos.
Lo primero que se hizo para realizar el proceso de transformación, fue recoger los residuos en Palmira – Valle; luego las cáscaras fueron expuestas a un secado y posteriormente pulverizadas. De esta forma, el polvo de cada fruto se envió a la Universidad Autónoma de Occidente y allí la docente Gladis Mirian Aparicio realizó los respectivos estudios de caracterización térmica. Esto con la intención de evaluar cómo es la pérdida de masa de los residuos.
Una vez listos los resultados térmicos los investigadores deciden el nivel de calentamiento y la cantidad de masa que se disminuye, seguidamente, estos datos son llevados a modelos matemáticos. Cabe mencionar que, el aspecto más relevante fue la cantidad de materia que quedó después del proceso de pirólisis, los porcentajes fueron entre 18% y 30% de biocarbón.
Un segundo beneficio del biocarbón sería que puede ser utilizado para generar carbón activado, al lavar el biocarbón con cierto compuesto químico para que sea poroso. Esta forma de carbón es utilizada para tratar o limpiar aguas, lo que se convertiría en una alternativa sostenible.
Por: Luznery Barreto Duarte. Periodista.
Editor: Karina Porras Niño. Editora – Periodista.