Desde que tengo memoria la caficultura ya existía en muchas regiones; sin embargo, en nuestra región de la Sierra Nevada el café no había llegado, ya que no se había provisto estás tierras para lo producción. Inicialmente, fue un reto para las personas de otros territorio del país pudieran incursionar en el cultivo del café.
Era una verdadera travesía ya que no existían caminos de herradura ni senderos que posibilitaran el paso hacia la Sierra Nevada, entonces llevar la semilla en una carga amplia no era posible. Por esta situación, tuvieron que llevar la preciada planta al hombro y el único camino que permitía un acceso eran las orillas del río; pero esto sirvió debido a que fue de esta manera que se descubrió la potencia de fertilidad de estos terrenos.
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Gracias a la necesidad se llegó a mirar más allá de la dificultad y surgir en la productividad del café. Hoy por hoy podemos decir que por este gran esfuerzo, vivimos felices y agradecidos con las tierras que nos dan el sustento diario. Orgullosamente caficultores.
Por: Grupo Variedad Colombia. Red de reporteros rurales en Valledupar. Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.