En la vereda Agua Bonita ubicada en La Montañita, Caquetá, una mujer llamada Esperanza BIuchi, participante del proyecto Mujer Mestiza, Indígena y Afrodescendiente – MIA, destaca por su compromiso y constancia en diferentes espacios educativos que aportan a su crecimiento.
“Lo primero que hice fue terminar mi secundaria en Florencia, apenas me gradué continué estudiando en la Escuela Superior de Administración Pública – ESAP, Administración Pública Territorial. Actualmente estoy en quinto semestre, es una meta que me propuse y estoy logrando, hoy comprendo que nunca es tarde para estudiar” cuenta Esperanza.
La pasión por el estudio la ha convertido en un referente educativo en la comunidad, de la mano del Proyecto Arando la Educación financiado por el Consejo Noruego para Refugiados. Así, logró liderar el proyecto Educación, Campo y Reconciliación, el cual consiste en tres líneas: Reporteritos, Deporte Popular, y Guardia del Monte, todas desarrolladas con niños y jóvenes de 5 a 17 años.
El primer subprograma se enfoca en enseñarles cómo agarrar una cámara y cómo tomar una buena foto. El segundo, impulsa el deporte con el fin de fortalecer la convivencia social y familiar mediante la recreación. Finalmente, la tercera línea está direccionada en el cuidado y preservación del medio ambiente, también se habla sobre huertas caseras, reciclaje y reforestación.
Este proceso que busca promover en los niños una educación más avanzada, ha sido de gran impacto para la comunidad del centro poblado Hector Ramírez, porque hace parte de la historia que hemos ayudado a construir para las nuevas generaciones de paz en el departamento del Caquetá.
Por: Anyela Patricia Cardozo. Facilitadora educativa del proyecto MIA.
Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.
