jueves, diciembre 19, 2024
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Carta del Campo: Rionegro, de territorio rico, a rico e importante

Rionegro, Antioquia, al día de hoy es llamado la esquina económica del oriente antioqueño, y es que esto se lo tiene bien merecido, pues desde allí se mueve gran parte del sector económico de la región.

Tiene una de las universidades con mayor proyección local y social, la Universidad Católica de Oriente – UCO, que dentro de sus instalaciones cuenta con la Bolsa de Valores de Colombia (BVC). Además, tiene una de las zonas francas más importantes del país, el Aeropuerto Internacional José María Córdoba y una de las zonas mayormente valoradas cuantitativamente del país, incluso de América Latina, Llanogrande.

Allí se encuentran alojados algunos de los personajes más reconocidos del país, empresarios locales y también algunos artistas urbanos de reconocimiento mundial, en eso radica la importancia de esta región a nivel regional, departamental y nacional.

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Sin embargo, no siempre fue así, podemos rastrear que hasta el año 1960, el municipio aún era un lugar pequeño, solo tenía unas pocas cuadras alrededor del actual parque y la mayoría de su población estaba distribuida por las diferentes veredas que integran al municipio.

El sustento de gran parte de su economía por estos tiempos se encontraba en la agricultura, los campesinos se encargaban de cultivar activamente las tierras que poseían. Desde lo que hoy se conoce como zona industrial, donde se encuentran empresas como Postobón, Nacional de Chocolates, entre otras, todo ese terreno hasta Guarne, era tierra que los campesinos utilizaban para cultivar variedad de productos que nutrían la región y le daban sostenibilidad al sector campesino.

Para entender lo que vino después habría que consultar qué se estaba dando a nivel regional y nacional. Uno de los sucesos más importantes y delicados que estaba pasando era la saturación de empresas en el Valle de Aburrá y la posterior delimitación del terreno destinado al sector industrial, esto significó la reubicación de las empresas que debieron salir del límite recientemente establecido.

Así pues, las miradas de los empresarios se fijaron en la región del oriente antioqueño, más específicamente en Rionegro. Las primeras empresas en reubicarse en el Valle de San Nicolás fueron las textiles, seguidas por Pintuco y otras organizaciones que llegaron a «darle status» al territorio, y a potenciar la economía de Rionegro. Lo que se vino después lo cambió todo de manera abrupta y definitiva.

Como se mencionó en el párrafo anterior, en el país se estaba pensando implementar desde mitad del siglo pasado, algunos macroproyectos que traían consigo dinamización de la economía, mayor conectividad de la región de oriente con las grandes metrópolis del país y por supuesto una muy bien pensada transición de lo agrícola a lo industrial. Los tres grandes proyectos que trajeron al oriente antioqueño fue la Autopista Medellín-Bogotá, la Central Hidroeléctrica de San Carlos, zona de embalses, y el Aeropuerto José María Córdoba (JMC), para la zona del altiplano, en Rionegro.

Con semejantes proyectos, el oriente antioqueño se volvió una región de suprema importancia para la economía del departamento y del país. Aunque esto no quiere decir que todo lo presto a suceder después de tremendo cambio en el territorio se prestara para cosas buenas. A continuación, mencionaré algunos de los problemas más delicados que se presentaron luego de este cambio.

Despojo de todo predio, entre ellos, algunos utilizados para la agricultura, los cuales quedaban alrededor de la reciente autopista. Debido a que la zona había sido declarada zona industrial, por lo tanto, todos los campesinos de estas fincas se vieron en la obligación de aceptar el poco dinero que les ofrecían, y salir hacía otra región, a pagar un arriendo al pueblo o si decidían invertir bien, comprar una casa. Otros tantos se conformaron con entrar a trabajar a las empresas que ahora invadían sus fincas.

La cultura cambió, sus identidades se transformaron, y la manera en que se empezó a proyectar la región también. Ahora la zona del altiplano es dominada por la industria, hay magnitud de proyectos para la siguiente década, como la ampliación de la zona franca, construir más pista para aumentar el tamaño del aeropuerto, valorización de los terrenos en todo Rionegro, y otro buen número de proyectos que volverán esta región del oriente, una zona aún más importante, sin embargo, hay que hacerse la pregunta: ¿Es esto un verdadero desarrollo?

Antes de concluir se debe resaltar el papel de los diferentes grupos sociales que han estado luchando porque el crecimiento poblacional y de la industria traiga consigo oportunidades, y por el momento lo está logrando, las Juntas de Acción Comunal, los movimientos y los diferentes colectivos están reclamando más participación, así que para el futuro cercano, Rionegro contará con bastantes personas preocupadas por el desarrollo de la ciudad y que estarán dispuestos a no dejar que la región siga siendo planeada por las personas más poderosas del departamento.

Por: Arnobis Montoya. Habitante rural de San Carlos, Antioquia.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.

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