Carmelitas, medio siglo de trabajo por la educación de la niñez y juventud latinoamericana.
Por Miguel Ángel Sandoval López
La congrega
ción religiosa de las Hermanas Carmelitas de San José, fundadas por las venerables madres Teresa Toda y Teresa Guash, madre e hija respectivamente, que dedicaron su vida al servicio de niñas huérfanas, es una comunidad comprometida en la misión de anunciar el Reino de Dios acogiendo la doctrina de la Iglesia y sirviendo con generosidad en los diferentes lugares a donde son enviadas.
En 1826 madre e hija comenzaron esta bella obra en búsqueda de las niñas huérfanas en Riudecanyes, barrio de Cataluña, España. Fundaron el instituto religioso que después se convertirá en una congregación al servicio de niñas huérfanas. Con la fuerza de Dios lograron adherir más colaboradoras dispuestas a servir continuamente a los más necesitados. Después del fallecimiento de las dos fundadoras, la comunidad siguió extendiéndose y consolidando la formación no solo a niñas, sino a niños huérfanos y con dificultades para acceder a una educación integral adecuada.
Su principal misión es configurarse con Cristo, quien por voluntad del Padre ofreció su vida por el bien de las almas y la salvación del género humano. Es por ello que la congregación ofrece atención a niños y jóvenes marginados por cualquier tipo de orfandad, donde se les brinda educación integral, con un acompañamiento espiritual donde se promueve la evangelización desde la catequesis.
Como estilo de vida, la comunidad asume las virtudes evangélicas como la humildad, la mortificación, la austeridad y el ardiente celo por seguir los designios de Dios y llevar la salvación a las almas. Profesan un inmenso amor a la santísima virgen María, bajo la advocación del Carmelo, insigne modelo de aceptación a la voluntad del padre; y como patronos también se encuentran San José y santa Teresita del niño Jesús.
Esta comunidad carmelitana tiene centros de servicio en diez países, España, República Dominicana, Puerto Rico, EE.UU, Cuba, Colombia, Chile, México, Costa de Marfil y Mozambique. A Latinoamérica llegaron a mediados del siglo XX y tomaron como centro de evangelización Colombia y Chile. En Colombia están localizadas en Bucaramanga, Cúcuta, Zulia, Medellín, Sonsón y Bogotá; su principal obra en esta última ciudad, es el colegio Carmen Teresiano donde se brinda educación a niñas y adolescentes bajo la “pedagogía del amor”.
La pedagogía del amor consiste en educar integralmente a los jóvenes, mediante el desarrollo armónico de sus valores humanos y cristianos, tendientes a la construcción y formación de hombres y mujeres nuevos para una sociedad nueva. De ahí que formen niños y jóvenes que puedan responder a las necesidades y problemáticas que requieren una nueva perspectiva de evangelización.
