Las Juntas de Acción Comunal comenzaron a funcionar en las ciudades desde el año 1958
Por: Nicolás Montañez
Ante todo, es muy importante dejar claro qué es una Junta de Acción Comunal y cómo puede trabajar en la ciudad para así intentar reflejar un proceder similar en el campo. Entonces, una Junta de Acción Comunal no será más que una organización autónoma y solidaria que pretende el desarrollo de su comunidad.
Así, lo importante es estar de acuerdo con los vecinos para lograr algún tipo de bien común de la comunidad. Se debe buscar el bienestar de ciudadanos que la integran teniendo en cuenta las necesidades de la comunidad.
Para el caso de las ciudades una Junta de Acción Comunal debe tener como mínimo 75 integrantes. En las zonas rurales esto no será fácil de cumplir, pero se debe hacer el esfuerzo. Para ser parte de una junta el mínimo de edad es de catorce años, esto facilita de alguna forma las cosas.
Gracias al descuido del campo por tantos temas de la política nacional, es necesario crear pequeñas organizaciones de campesinos capaces de generar proyectos por iniciativa propia que busquen un bien para tantas personas dispersas. Son comunidades que por lo general no saben que se pueden organizar, crear cosas y generar acciones sin tener que estar pidiendo ayuda por todos lados sin ver resultados a corto plazo.
Sería muy gratificante saber que en un futuro cercano una o varias asociaciones de campesinos logren sacar adelante sus proyectos. Ya sea para mejorar vías para sacar sus productos de una manera más cómoda, tener capacitación externa para mejorar sus cultivos o tener mejores instituciones de educación para sus hijos. Ojalá puedan solucionar tantas otras cosas que a diario son comentadas en las tiendas de los pueblos.
Es importante crear conciencia de la necesidad y beneficios que crear una Junta de Acción Comunal trae a cada región. Hay que resaltar que, en aras de la transparencia, estas instituciones de representación ante el país no manejan dineros. Simplemente gestionan proyectos o ideas para concretar dentro de sus comunidades. Eso sí, serán veedores para que lo establecido o proyectado se cumpla de manera real. Los dineros son manejados por otras instituciones que a su vez reciben dinero por hacer realidad los proyectos de las comunidades.
Reunir 75 personas no debe ser una tarea difícil, sobre todo al momento de tener la posibilidad de crear proyectos. Lo más importante es juntarse y seguir los pasos necesarios para hacer realidad las ideas de la comunidad. Piense en cuántos beneficios se pueden obtener en estos tiempos de paz que se avecinan.
