En el marco de la celebración del día internacional de las mujeres rurales, se presenta un panorama de la mujer rural en Colombia que finaliza con el contexto de una campaña promovida por la FAO a nivel internacional. La celebración fue establecida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en diciembre del año 2007 y se celebró por primera vez el 15 de octubre de 2008.
El objetivo de festejar este día es reconocer el papel de la mujer rural a lo largo de la historia en el desarrollo económico y social, su ardua labor como cuidadora y su lucha constante por ser visibilizada en los diferentes roles que desempeña a diario en la construcción de la ruralidad.
Le puede interesar: Formemos, una apuesta educativa para la transformación social
Según un estudio realizado en Colombia entre los años 2010 y 2018 por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, muestra que a pesar de que el 47,2% de la población que habita en zonas rurales son mujeres, sus condiciones educativas, sociales y económicas han sido invisibilizadas, generando que su mano de obra se dé por sentada y sea poco valorada.
Por ejemplo, del 100% de los hogares rurales, el 23,9% están constituídos por una jefatura femenina; asimismo, del 47,2% (representando un 100% de la población femenina rural) el 81,8% se dedican al suministro de alimentos para el hogar o a la mano de obra en el campo, y de se mismo 100%, el 93% de las mujeres rurales dedican casi 8 horas diarias al cuidado del hogar.
Lo anterior quiere decir que la mayoría de las mujeres rurales divide su tiempo entre las labores de suministro de alimentos para el hogar o a la mano de obra en el campo, y las casi 8 horas diarias que le dedican al cuidado del hogar. Es por esa razón, que cuando el hogar no está constituido por una jefatura femenina, la tasa de participación laboral de las mujeres en hogares con cónyuge e hijos, disminuye un 35%.
El panorama positivo de la mujer rural se encuentra en términos de educación, ya que en promedio, sus años de escolaridad son 5,4 años, lo que permitió que para el 2018, la tasa de analfabetismo femenino se redujera al 10,6%, cuando en el 2010 estaba en 14,0%.
A pesar de que la disponibilidad de información rural es limitada y los datos que más se haya son los de los hombres, realizar un estudio en términos sociales, económicos, demográficos y demás aspectos de la vida, permite caracterizar a las mujeres como un grupo diverso cuyas realidades y labores varían.
Por ejemplo, el 40,7% de la mujeres rurales participan en el mercado laboral, de ese porcentaje (representando un 100% de la población femenina rural que labora), un 40,7% se dedica a actividades agropecuarias y el 56,6% se dedican a servicios financieros y sociales o la industria manufacturera; siendo su ingreso laboral promedio $339.227 por actividades agropecuarias y $480.495 por actividades no agropecuarias.
Por otro lado, el 79% de las unidades de producción agropecuarias (UPA) de mujeres productoras tienen menos de 5 hectáreas y el 38,6% de las decisiones que se toman en las UPA, se realizan ya sea únicamente por las mujeres o entre hombres y mujeres.
Campaña mujeres rurales, mujeres con derechos:
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) con la campaña #MujeresRurales mujeres con derechos busca visibilizar el poder transformador de las mujeres campesinas, indígenas y afrodescendientes ante los diferentes contextos desiguales y desafíos sociales, económicos y ambientales a los que se enfrentan a diario.
Aunque el lanzamiento internacional de la campaña se realizó el 29 de julio, debido a las condiciones de la contingencia de COVID-19 en cada país, la campaña en Colombia a nivel nacional, será lanzada en el marco de la celebración del día internacional de la mujer rural, y estará vigente hasta el 08 de marzo de 2021, que se celebra el día internacional de la mujer.
A nivel internacional (América Latina y el Caribe), 25 organizaciones e instituciones impulsan la campaña para empoderar a las mujeres rurales, indígenas y afrodescendientes. A nivel local se pretende identificar a los actores estratégicos acorde con la promoción de derechos humanos e igualdad de género, que permita un trabajo colaborativo desde diferentes miradas del territorio.
Los actores pueden ir desde Instituciones de gobierno; organizaciones de mujeres, pueblos indígenas, agricultura familiar, sociedad civil, entre otros; hasta figuras públicas con un posicionamiento favorable que aporten al tema como primeras damas, parlamentarias/os, colectivos de artistas, cantantes, influencers, entre otros; también periodistas y editores; Universidades y centros de investigación, etc.
Por: Isabella Durán Mejía. Periodista.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.
