Tunja, la capital boyacense, junto con municipios como Paipa, Duitama, Sogamoso, Chiquinquirá y Villa de Leyva, acogen este festival que rinde homenaje al legado campesino. Con más de 500 actividades programadas, el FICC se consolida como una de las celebraciones culturales más importantes del país, resaltando la identidad y las costumbres rurales que han forjado la historia de Colombia.
La inauguración del festival contó con la participación de aproximadamente 4.500 personas, quienes disfrutaron de comparsas y presentaciones artísticas que exaltaron la riqueza de la cultura campesina. El reconocido cantante de música llanera, Cholo Valderrama, fue el encargado de cerrar la jornada inaugural, deleitando al público con su música que evoca las tradiciones del campo colombiano.
En esta oportunidad, el encuentro cultural ha contado con la participación de artistas internacionales provenientes de países como Argentina, Brasil, Cuba y Francia, además de exponentes nacionales de regiones como Antioquia, Atlántico y Santander. Más de 1.000 artistas boyacenses serán los encargados de imprimir el sello local a esta gran celebración, destacando la identidad regional y aportando su talento a la diversidad artística del festival.
En el marco de la apertura del festival, Carlos Amaya, gobernador de Boyacá, destacó la importancia de este evento para el fortalecimiento de la identidad rural en el departamento y en todo el país. “El Festival Internacional de la Cultura Campesina es más que una celebración; es un acto de resistencia cultural y un recordatorio de que nuestras raíces campesinas son el alma de Boyacá y de Colombia entera. Nuestro compromiso es seguir impulsando y visibilizando a nuestras comunidades rurales, que cada día luchan y trabajan para mantener viva su cultura y sus tradiciones,” expresó Amaya durante su discurso inaugural.
A lo largo de los 17 días de celebración, los asistentes pueden disfrutar de una amplia gama de actividades que incluyen cuentería, literatura, música, teatro, danza, cinematografía, artes plásticas y circo. Estas manifestaciones artísticas buscan resaltar los saberes, tradiciones, historias y costumbres de las comunidades rurales, fortaleciendo la identidad cultural de la región.
La gastronomía también ocupa un lugar destacado en el festival. Platos típicos como el mute, cocido y arepa boyacense, besos de novia, picada con morcilla y longaniza, puchero, torta de cuajada y esponjado de curuba son algunas de las delicias que los visitantes pueden degustar.
El Festival Internacional de la Cultura Campesina, en su 51ª edición, reafirma su compromiso con la promoción y preservación de las tradiciones rurales de Boyacá. Este evento no solo celebra la riqueza cultural del campo colombiano, sino que también destaca la importancia de las comunidades campesinas en la construcción de la identidad nacional. Con una programación diversa y una participación masiva, el FICC se consolida como un referente cultural que invita a propios y visitantes a redescubrir y valorar las raíces campesinas que han forjado la historia de Colombia.