Biodiversidad del país está siendo afectada por la siembra de coca, que a la fecha ha dejado la pérdida de más de 600 mil hectáreas de bosque.
Por: Stephanie Moreno Torregrosa
Biodiversidad del país está siendo afectada por la siembra de coca, que a la fecha ha dejado la pérdida de más de 600 mil hectáreas de bosque húmedo tropical y alrededor de 35 especies de mamíferos se encuentran amenazadas de extinción.
Según el estudio “Coca: Deforestación, contaminación y pobreza”, que fue elaborado por la Dirección de Antinarcóticos de la Policía, con apoyo del Centro Internacional de Estudios Estratégicos contra el Narcotráfico (CIENA), en los últimos 15 años los impactos de los cultivos ilícitos han afectado la biodiversidad del país.
“Con la siembra de la coca se visibiliza una deforestación y la erosión sobre grandes pastizales y la ampliación de la frontera agrícola, así como la desertización en zonas con una historia de frentes de colonización o uso excesivo del suelo en actividades ganaderas”, explicó el director de Antinarcóticos de la Policía, el general Ricardo Restrepo Londoño, en la presentación del informe.
En el informe se recogen estadísticas que abarcan los daños causados a la biodiversidad del país desde 1998 hasta el 2012 y revela que anualmente Colombia pierde 40.500 hectáreas de bosque por el narcotráfico, lo que significa que diariamente son destruidas 111 hectáreas de vegetación nativa.
Dentro de las regiones que más se han visto afectas por este flagelo que azota al país como lo es el narcotráfico, se encuentran la Orinoquía y la Amazonía, regiones que son casi en su totalidad selváticas y con una gran biodiversidad por las abundantes especies de fauna y flora.
Los cultivos de coca, los grandes flagelos para la biodiversidad del país, según el estudio han venido en disminución, ya que basados en los datos en el año 2000 en donde detectaron más de 163.289 hectáreas, a partir del 2001 hubo una reducción significativa, salvo unos repuntes en 2005 y 2007, hasta llegar a las 47.790 hectáreas de 2012, lo que significa una caída del 70,7%.
Según el informe, en el último año los departamentos con más hectáreas dedicadas a los cultivos ilícitos fueron Nariño, en el suroeste, fronterizo con Ecuador, con 10.733, seguido por el vecino Putumayo (6.148 hectáreas), Norte de Santander, en la frontera noreste con Venezuela (4.516) y Cauca, en el suroeste, con 4.325.
Por su parte, al cierre de 2012, el 39,7% de las áreas sembradas de coca en el país estaba en la región del Pacífico, también de una gran biodiversidad, mientras que en la Amazonía estaba el 22% de las plantaciones ilegales.
Dentro de los principales perjuicios medioambientales que genera esta actividad ilícita a la biodiversidad del país, se destaca la producción de dióxido de carbono (CO2) por la quema de árboles talados, la contaminación de recursos hídricos por el vertido de sustancias químicas, la amenazas a especies animales por la destrucción del hábitat, así como pérdida de la flora al quedar expuesta a las plagas, puntualiza el informe.