Resulta difícil de entender que el café colombiano este pasando por momentos complicados, si bien los trabajos rurales están sujetos a diferentes factores de riesgo, las políticas públicas entorno a este cultivo no han sido las más eficaces durante la última década. El poderoso comité de cafeteros tuvo que cambiar de presidente después de la última gran crisis.
Por: Periódico El Campesino
Las regiones cafeteras agrupadas en más de veinte departamentos han tenido que sortear desde el inicio de la década del dos mil una situación económica bastante delicada, la competencia en calidad y cantidad que otros países como Brasil o Vietnam han ejercido en el mercado internacional dinámicas diferentes que dejaron al café colombiano rezagado y debilitado. La carga del grano llegó a costar a penas 400 mil pesos, precios que no dejaban siquiera el mínimo margen de recuperación de inversión, los bancos que prestaron el dinero empezaron a ejercer presión sobre los pequeños productores, motivo por el cual exigieron que las autoridades gremiales y gubernamentales trabajaran para aliviar esa última crisis.
Los subsidios llegaron, el precio de la carga se estabilizó, al mes de agosto se cotizó en un poco más 800 mil pesos, sin embargo la situación no mejora, los recolectores de café casi han desaparecido de las fincas, los jornales no superan los 10 mil pesos y la mayoría de las veces no se le ofrece al campesino la alimentación necesaria para trabajar en los cafetetales.
El diario del Huila informó este miércoles que el precio del café pasilla aumentó en un 20 por ciento por orden del comité de cafeteros y esto porque el verano afectó la producción de este año. El kilogramo pasó de costar 4 mil pesos a 4 mil ochocientos pesos. En sentido el mercado para el café pasilla para el consumo interno se fortalecerá.