Cada vez que termina una feria artesanal en Colombia nos damos cuenta el gran valor de la artesanía producida en el Chocó. Con su tinte de historia y cultura aporta a muchas familias su sustento diario.
Por: Miguel Ángel Arango Cifuentes, facilitador EDC- Nuquí
En el claro oscuro de cualquier amanecer chocoano, suenan como chicharras las manos de una campesina negra al entrecruzar sus agujas, al ritmo de pájaros y cangrejos quienes parecieran disfrutar armónicamente del tejido de la damagua y el cabecinegro.
Diríamos que desde el nacimiento de la cultura negra vemos a los nativos protegiéndose del sol con el cabecinegro, una fibra de palma que permite hacer sombreros con solo desprenderla de su tronco. Con la damagua, corteza de un árbol, se realizan muchos productos más. El material de las selvas del Chocó permite que de generación en generación el legado de la educación en lo artesanal perdure.
A petición la Secretaría de Educación de Nuquí llega el programa “Emprendimiento y elaboración de artículos en material reciclable o biodegradable de la región”. Sin mucho buscar se unieron a él 20 mujeres y dos hombres, para enfatizar y aprender nuevas técnicas en el manejo de las cortezas de las palmas de damagua y cabecinegro.
Es una cita diaria con la educación, como la de las aves al finalizar la tarde. Se reúnen este grupo de mujeres y hombres con un entusiasmo abrumador para escuchar con mucha atención al instructor Yimy González Rodríguez del Sena. Él es un administrador de empresas enamorado de su tierra y del arte que tiene el trabajo manual. Enseña las técnicas de macramé, corte, decoloración, tejido y pegado de las fibras para que se vuelvan objetos de diseño.
En el ambiente se nota que sus alumnas si aprenden muy rápidamente, por una parte, porque lo llevan en la sangre. También como dicen Marisol Gonzales y Celia Pacheco: “queremos ser muy buenas para ir a cuanta feria exista en Colombia y por qué no, en el mundo. Así seremos como los artesanos que se ven en la televisión”.
Los participantes agradecen profundamente al área de Educación del Sena su apoyo, pues quieren tener las artesanías como una fuente de ingreso en el futuro. Dice Nancy Catalina López: “queremos aprender sobre la creación de empresas y cómo asociarnos para el futuro”. Aprovechando el sistema de educación de los cursos de Acpo, cuando terminemos el ciclo de artesanías, los estudiantes comenzarán a aprender cómo crear una empresa. Todo con el compromiso expresado por las Escuelas Digitales Campesinas.
*Este es un texto generado a partir del trabajo de las Escuelas Digitales Campesinas de Acción Cultural Popular- ACPO, que buscan promover el liderazgo del campesinado colombiano a través de procesos de educación, formación y capacitación, orientados a su dignificación, inclusión y desarrollo.
Que bien poder apoyar a estas maravillosos seres humanos que con sus manos forjan su futuro y el de su familias un abrazote inmenso para ellas