El Parque Nacional Natural Tayrona ubicado en el departamento de Magdalena es uno de los tesoros naturales más grandes y reconocidos del país, pues está compuesto por una amplia variedad de playas, bosques y manglares, que lo convierten en una zona de protección de la biodiversidad y en un territorio de gran relevancia para la conservación de la cosmovisión indígena. Que a partir de sus saberes ancestrales han cuidado durante cientos de años de lo que ellos denominan el corazón del mundo.
Teniendo en cuenta la importancia ambiental, social y cultural de este espacio, en el año 2005 se estableció el actual Plan de Manejo del Tayrona como un instrumento que busca orientar las acciones que se desarrollan en dicho espacio. No obstante, muchas de las determinaciones establecidas no han garantizado totalmente el bienestar del ecosistema ni de las comunidades indígenas allí asentadas.
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Por dicha razón, y en el marco de la estructuración de un nuevo Plan de manejo para la Sierra Nevada de Santa Marta y el Parque Tayrona se han venido adelantando una serie de seminarios y conversatorios por parte del Ministerio de Ambiente, Parques Nacionales Naturales y Consejo Territorial de Cabildos Indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta, con el fin de socializar las ideas y estrategias pensadas hasta el momento, como es el caso de inhabilitar para prácticas de ecoturismo más de 440.000 hectáreas.
Propuesta ante la que los gremios turísticos alegaron no estar de acuerdo ya que argumentan que se ven directamente afectados con la reducción de espacios para trabajar. Cabe mencionar que, según los factores analizados las zonas que serían inhabilitadas son espacios que en primer lugar, no representan un fuerte para la realización de ecoturismo y en segundo lugar, porque a causa de la pérdida de biodiversidad deben ser protegidas de la actividad humana.
Sin embargo, por el desconocimiento de las nuevas propuestas y con el propósito de crear un Plan de Manejo pertinente y con la participación de los interesados, las entidades encargadas decidieron aplazar la firma del mismo para dentro de un mes. Lo que resulta útil para llegar a consensos entre las comunidades, pero al mismo tiempo podría representar un riesgo en lo que respecta al establecimiento de planes que den prioridad a la protección de la biodiversidad.
Por: Karina Porras Niño. Periodista.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.