Víctimas del Clan Castaño son compensadas por sentencia del Alto Tribunal con la restitución más de 500 hectáreas de la hacienda ‘Nueva Esperanza’ en el departamento de Córdoba.
Por: Stephanie Moreno Torregrosa
Víctimas del Clan Castado que operaba por década de los 90 y nuevo milenio en el departamento de Córdoba, recibieron por sentencia del Alto Tribunal, la restitución de más de 500 hectáreas de la hacienda que por años se conoció como Las Tangas y que hoy las familias restituidas llaman ‘Nueva Esperanza’.
La sentencia proferida por el Alto Tribunal, a la fecha se convierte en la restitución de tierras con mayor número de víctimas beneficiadas en el departamento de Córdoba.
Según la Unidad Administrativa Especial de Gestión de Restitución de Tierras Despojadas, el fallo le restituye tierras en el municipio de Valencia, Córdoba a 69 familias víctimas de despojo a manos de los hermanos Vicente, Fidel y Carlos Castaño, ex jefes del grupo paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) , quienes aterrorizaron a gran parte del territorio colombiano, en especial a los campesinos de la Costa Caribe.
La hacienda conocida como Las Tangas, fue uno de los primeros latifundios ganaderos que adquirió el extinto jefe paramilitar Fidel Castaño en esa zona del país, y que para varias víctimas, fue el lugar desde donde se fraguaron todo tipo de ideas para atentar en contra de la población civil.
Según el fallo, el despojo de tierras a estas familias se hizo bajo una serie de procedimientos jurídicos ilegales, ya que fueron producto de intimidaciones ejercidas por miembros de Funpazcor (ONG creada por as AUC con la finalidad de retribuir acciones benéficas el daño causado por sus acciones delictivas), por lo que los campesinos se vieron obligados a vender sus predios por precios bajos y convertirse en unas de las miles víctimas del conflicto armado.
«La situación de orden público empeoró en la zona, y yo no podía dejar que me mataran ahí. Esa gente me dijo que necesitaban las tierras y que teníamos que salir. Un día, 10 hombres llegaron a caballo y me dijeron que tenía que irme al día siguiente, porque después no respondían. Yo le vendí las tierras a un señor que le dicen Monoleche. Él pagó lo que quiso por mi parcela y desde eso no volví más por allá» , señaló una de las campesinas víctimas de la violencia y que ahora hace parte del grupo de personas restituidas con el fallo.
El fallo, también argumenta que para legitimar los despojos de tierras, la familia Castaño constituyó una sociedad llamada Inversiones La Milagrosa, como figura jurídica, donde aparecían como aportantes todas las víctimas que ahora están siendo restituidas.
Sin embargo, como las víctimas nunca firmaron ningún documento que los hiciera miembros de esa sociedad y mucho menos recibieron dinero por pertenecer a ella, las investigaciones realizadas por la Unidad de Restitución de Tierras consideró que la ONG se hizo bajo condiciones ilegales.
Según la Unidad de Restitución de Tierras, en el municipio de Valencia 250 familias han recuperado las parcelas que les fueron despojadas por las AUC, y adicional a ello, se les han asignado más de 2500 millones para la implementación de proyectos productivos.
A su vez, las familias se encuentran priorizadas por el Banco Agrario para la construcción de vivienda de interés social rural, con el fin de compensar de cierta manera a estas víctimas y hacer una reparación integral a todos los campesinos afectados.