A tres horas de San Vicente del Caguán, por carretera destapada queda la Inspección de Puerto Betania. Gente amable, de mujeres trabajadoras, futbolistas y amadoras de sus retoños e inspiración para sus vidas; justo aquí, llegó nuestro proyecto Amazonía Joven con el taller de Alfabetización Digital de las Escuelas Digitales Campesinas.
Con un proceso de ocho meses de formación, los estudiantes de secundaria de la Institución Educativa Rural Cristo Rey participaron de espacios donde las Tecnologías de la información y la comunicación – TIC fueron el timón de guía para encontrar en estas herramientas, un proceso más dinámico y complementario para sus clases e investigaciones.
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A esta formación también se unió un grupo de mujeres que sacaban sus tardes para aprender nuevos conocimientos que enriquecieron sus vidas. La clausura que se vivió al ritmo de cumbia y danza, contó con la presencia de Carlos Ruíz y Cristian Gutiérrez, representantes de ACPO, además de docentes, estudiantes y las personas a certificar. En honor al sabor caqueteño, se inició este bello evento entonando el himno nacional por parte de la Banda de Paz de la I.E.R Cristo Rey, que dio paso a las actividades culturales por parte de los participantes.
Después de horas de ensayo, de esmero y corazón; se disfrutó del cierre de este proceso educativo certificando a 96 personas. Como formadora de este proceso educativo rural, quiero mencionar que a través de estos espacios se construye la paz, formando lazos de amistad, pues todo lo vivido deja satisfacción de trabajar por ellos y ellas que demuestran optimismo y sacan la mejor cara de Colombia.
Cabe resaltar el papel de la mujer rural caqueteña, esa que cambió los tacones por unas botas, la que recorre las bellas praderas de esta tierra singular, aquella que al lado de su compañero trabajan hombro a hombro para sacar adelante sus hijos. A nuestro paso encontramos mujeres lideresas de sus territorios que inician su día cerca de las 05:00 a.m. con una oración de gratitud y así parten con sus labores diarias, dispuestas a trabajar no solo por ellas sino por sus familias y comunidades.
Por: Luz Adriana Mejía. Facilitadora de ACPO en Caquetá.