El agua es un recurso vital para el sector campesino, los conflictos que se crean en torno a su uso o disposición son cada vez más frecuentes. Campesinos, empresa privada y sector público se debaten por el derecho a controlar el agua. ¿De quién es el agua en Colombia?
Por: Por. María Jimena Gamboa Guardiola – Coordinadora técnica ACPO
Colombia cuenta con una superficie cercana al 3 por ciento (29.000 km²) del área continental del territorio nacional en páramos que representan el 50 por ciento de los páramos del mundo. Un privilegio que tienen algunos pocos.
Así con la abundancia del agua, abundan los conflictos medioambientales entre los campesinos, las empresas y el Estado. Desde La Guajira gravemente afectada por la sequía, hasta el amazonas con las grandes explotaciones mineras que contaminan las vertientes de los ríos.
Tenemos mucha agua pero su distribución es desigual, según datos del Censo Nacional Agropecuario CNA 2015 el porcentaje de hogares sin acceso a fuente de agua mejorada en la zona rural es del 40% y en la zona urbana del 10%. El acceso a agua potable es la variable con la mayor diferencia entre hogares privados urbanos versus hogares privados rurales.
Más allá de las tasas de cobertura, las cuales esconden algunas deficiencias en el acceso y la calidad del agua potable apta para consumo humano, en la continuidad del servicio también se observan rezagos importantes de la zona rural. Mientras en el área urbana el servicio de agua se presta por un promedio de 22 horas al día y durante 6,7 días en promedio a la semana, en la zona rural el suministro de agua solo llega por 6 o menos horas diarias (PNUD, 2011). Frecuentemente se escucha en el campo que la labor de algunos fontaneros más que conservar es restringir el acceso al agua.
El agua de todos y de nadie, uno de los problemas más graves, un problema para el campo.