La agricultura regenerativa es una forma de producir alimentos a través de buenas prácticas, que permite cumplir su misión de alimentar a la creciente población mundial sin deteriorar los suelos. Por el contrario, tiene como objetivo mejorar y revitalizar la salud de la tierra apostando a su recuperación, y eliminando el uso de fertilizantes y agroquímicos que suelen utilizarse en la agroindustria.
Uno de los mayores retos que enfrentan los países actualmente es la necesidad de transformar los sistemas alimentarios para evitar una mayor pérdida de la biodiversidad, las áreas destinadas para el cultivo se han reducido debido a los métodos utilizados en la agroindustria como el uso de químicos que afectan la fertilidad de los suelos y sus propiedades para regenerarse. Debido a esto la denominada agricultura regenerativa ha ido cobrando cada vez más fuerza en el mundo.
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Según lo explicó el científico estadounidense Rattan Lal, los principios fundamentales de la agricultura regenerativa son los relacionados con “la conservación de los recursos e incluyen la siembra directa, la reutilización de los residuos de las cosechas como abono natural, el empleo de cultivos de coberturas, el manejo integrado de nutrientes y de plagas, la rotación de cultivos y la integración de la agricultura con los bosques y la ganadería”.
La rotación de las plantas cultivadas, según el científico aumenta el número de familias botánicas en contacto con el suelo y lo protege de las emisiones atmosféricas. La reducción en la profundidad del laboreo ayuda a que los suelos recuperen su fertilidad y el uso de lombrices de tierra o utilizar los residuos orgánicos de los cultivos, contribuye a la estructuración del suelo que ya ofrecen las raíces de las plantas.
Su aporte a la crisis climática
Un estudio publicado por la revista científica Nature Sustainability, advierte que para el 2050 se podrían perder millones de kilómetros cuadrados de hábitats naturales si no se cambia de forma rápida la manera en la que se producen y consumen los alimentos. De acuerdo al equipo de investigación, dirigido por la Universidad de Leeds y la Universidad de Oxford (Reino Unido), la expansión agrícola para alimentar a una población mundial cada vez más grande, probablemente afectará a unas 20.000 especies de mamíferos, aves y anfibios.
Adicionalmente, el estudio determinó que la mala gestión del suelo ha provocado una reducción de la capa superior de la tierra cultivable disponible para la producción de alimentos. Las prácticas agrícolas convencionales contribuyen con más de 1/3 de las emisiones globales de gases del efecto invernadero.
Según el experto en suelos Rattan Lal, «Un simple aumento del 2 por ciento en el contenido de carbono de los suelos del planeta podría compensar el 100 por ciento de todas las emisiones de gases de efecto invernadero que van a la atmósfera». Por lo que la agricultura regenerativa se plantea como un proceso importante y necesario para el sector del agro.
Cabe resaltar que, Colombia es uno de los países que ha manifestado su interés y compromiso por abordar este tema y ha realizado el estudio “Análisis de sistemas alimentarios en Colombia: retos y oportunidades” con el que se pretende generar información e identificar líneas de acción para lograr un sistema sostenible, resiliente e incluyente.
Por: Ivania Alejandra Aroca Gaona. Periodista.
Editor: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.