jueves, noviembre 21, 2024
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Abonando mentes: mensaje de niños y jóvenes de Guasca para cuidar los territorios

Enclavada en cercanías del Páramo de Chingaza, al norte de Bogotá, está la vereda Pastor Ospina del municipio de Guasca; un territorio donde los niños son guardianes ambientales.

Desde allí, un grupo de niños y jóvenes busca generar conciencia sobre el uso de nuestros territorios, a través de historias que hablan del trabajo con la tierra y del saber de los abuelos. Este es su mensaje.

Herederos de la tradición campesina

Además de las enseñanzas de nuestros padres sobre los oficios del campo y los valores de la familia, y a lo que aprendemos a diario en nuestro colegio: desde hace un tiempo nos venimos preparando en el manejo de cámaras, en hacer entrevistas y en producir videos. Somos un grupo de 9 niños y jóvenes habitantes de la vereda Pastor Ospina del municipio de Guasca, que quiere informar a la comunidad los problemas y las historias de la población campesina.

Como Colectivo de Comunicación – CoCo, creemos en la transformación de la nueva generación, y en todo el potencial que tenemos como niños y jóvenes para generar los cambios que se necesitan para cuidar nuestro territorio y nuestros páramos, concientizando a los mayores y hablándole en un lenguaje cercano a los más pequeños.

Hablando de campesino a campesino

Dentro de nuestro proceso de formación hemos construido algunas piezas comunicativas. Presentamos una de ellas, con un mensaje para tomar conciencia: no hay que dañar el campo con el uso exagerado de los químicos, pues dañan el medio ambiente. Esto lo vemos en territorios cercanos con ciertos cultivos que están sobre zonas que deberían ser páramos o bosques altoandinos. Le puede interesar: Jóvenes de Yopal trabajan por la conservación y protección del medio ambiente

Salida a Pionono, Camilo Rodríguez

Hoy, sólo encontramos manchas de bosque a lo largo de los ríos, y las aguas de éstos pueden estar contaminadas por los vertimientos de los agroquímicos. Nos duele ver esto y por eso lo captamos en nuestras cámaras.

Como niños y jóvenes nos preocupa que estamos contaminando nuestro propio alimento, ¡nos estamos envenenando nosotros mismos! Somos una gotita de agua en un mar inmenso que impulsa al uso de agrotóxicos, y por eso la tarea es tan importante como desgastante.

Niños, guardianes de territorio

La alternativa es cultivar como lo hacían nuestros abuelos, de la forma antigua, usando el abono de los animales: la gallinaza, el abono del ganado, el estiércol de los conejos. También volvemos a usar el compost, que es materia orgánica en descomposición y sirve de abono para las plantas. Todos estos son remedios y pueden servir para cambiar la situación.

Nuestra vereda Pastor Ospina está entrando en conciencia, y ahora somos muchas las familias que producimos orgánicamente o de una manera más limpia. Es un aporte como campesinos al cuidado de la tierra; le tratamos de devolver alguito de todo lo que nos ha dado.

Por último, es nuestro deseo que, a través de estas piezas, pensemos en cómo estamos tratando nuestra tierra y si le estamos correspondiendo a la forma como ella nos da el alimento y el agua. Queremos que este mensaje les llegue a otros campesinos, para que ellos vean que en otras regiones de Colombia hay familias campesinas tratando de cambiar las cosas, trabajando por lo agroecológico.

Por: Colectivo de Comunicación Sua-Gua
Editor: Lina María Serna López – Periodista.

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