Uno de los mayores problemas de nuestro país es el narcotráfico. Sin duda el procesamiento de la hoja de coca en pasta de coca o cocaína, es un flagelo que tiene contra las cuerdas al estado, a los campesinos y en general a la sociedad colombiana. Los problemas son muchos y de todas clases.
Por: Andrés A. Gómez Martín
Cuando hablamos de la coca se nos erizan los bellos de la piel, sabemos que este tema despierta pasiones y profundas emociones, sobre todo en lo político y en lo económico. Desde el inicio de la década de los años 80 el país entro en un oscuro túnel lleno de violencia, bombas, muertos y sobre todo miles de toneladas de cocaína exportadas a los Estados Unidos y varios ligares del mundo. Como colombianos hemos sufrido el estigma que esta actividad ilegal nos ha hecho cargar en los hombros.
Los Estados Unidos ha financiado la guerra anti drogas por medio del plan Colombia, hombres armados, avionetas y químicos han recorrido los campos del país en busca de los cultivos de una mata que tiene historia y no estaba vinculada a ninguna actividad ilegal, hasta cierto momento de la historia. La hoja de la coca la consumen los indígenas Kogui en la Sierra Nevada de Santa marta como un alimento tradicional, hace parte de su cultura y de su diario vivir. El mambe como se le llama al consumo de hoja de coca es una tradición ancestral de los pueblos indígenas Caucanos.
Se estima que los cultivos de coca para producción de cocaína aumentaron en un 44 % en el año 2014, pasando de 48 mil hectáreas a más de 60 mil hectáreas respecto al año 2013, según datos de la ONU, la Amazonía, Nariño y Norte de Santander son algunos de los lugares en donde más se siembra hoja de coca.
Desde inicios de la década del dos mil se han invertido millonarios recursos para combatir la producción y el tráfico de cocaína, las guerrillas y los grupos armados al margen de la ley se lucran a partir del procesamiento, los cultivos años tras año muestran una tendencia crecienteen hectáreas sembradas.