Caminar por las tierras rurales de Colombia es entender el eco de un pasado transformador, el mismo que se vive aún, adaptado a la era digital, en cada rincón campesino del país. Esta es la historia de la Fundación Acción Cultural Popular (ACPO), un emblema de la educación y empoderamiento rural, fundada en 1947 por Monseñor José Joaquín Salcedo, un hombre cuya visión rompió con la oscuridad del analfabetismo en los campos.
En aquella década de los 40, Colombia era un país marcado por la inequidad y la falta de acceso a la educación. Las comunidades rurales, aisladas y desconectadas de los centros urbanos, enfrentaban barreras para su desarrollo. Era una Colombia sin radios en cada casa, sin electricidad en muchas veredas, sin acceso a los medios de comunicación, pero también era un país lleno de campesinos con ganas de aprender y de cambiar su destino.
Fue en medio de estas carencias que Monseñor Salcedo dio el primer paso. Con una audacia poco común, se lanzó a una misión casi quijotesca: educar a los campesinos colombianos. No solo quería enseñarles a leer y escribir; deseaba que aprendieran a pensar y actuar. Y para ello, ideó una estrategia revolucionaria: la radio como herramienta de educación masiva.
Así nació Radio Sutatenza, una emisora con un propósito distinto al de informar sobre la cotidianidad o entretener. Era una radio que instruía, que abría mundos para aquellos que jamás habían pisado una escuela. Los campesinos sintonizaban el dial y se encontraban con una voz cercana, casi familiar, que les hablaba de letras y números, de salud y agricultura, de su dignidad y derechos. Era el inicio de lo que hoy se conoce como comunicación para el cambio social.
Radio Sutatenza se convirtió en un faro en la vida rural colombiana. Fue un medio a través del cual la alfabetización, la capacitación en técnicas agrícolas, y las enseñanzas sobre salud y desarrollo social se irradiaron a millones de personas en las zonas más remotas del país. Con cada emisión, las voces de la radio ayudaban a moldear una nueva mentalidad en los campesinos, quienes empezaban a verse a sí mismos no solo como jornaleros, sino como protagonistas de sus propias vidas.
El éxito de Radio Sutatenza fue tal que el modelo trascendió las fronteras colombianas y se convirtió en un referente de comunicación educativa en América Latina. Otros países comenzaron a emular esta iniciativa, y ACPO fue reconocida internacionalmente como un ejemplo de cómo los medios de comunicación podían emplearse para educar y empoderar a las comunidades rurales.
Con los años, ACPO fue creciendo y diversificando su alcance. Se crearon las «Escuelas Radiofónicas», un sistema educativo que utilizaba la radio y materiales escritos para enseñar a los campesinos en sus propios hogares. Estos materiales se distribuían en las zonas rurales con contenidos adaptados a sus necesidades, desde técnicas de cultivo hasta conceptos de ciudadanía. La Fundación ACPO, con el apoyo de instituciones públicas, empresa privada y organismos de cooperación internacional amplió su cobertura y llegó a millones de colombianos.
Hoy, casi ocho décadas después, el legado de ACPO sigue vivo. En lugar de antenas y frecuencias de radio, encontramos plataformas digitales, y el mismo propósito que animaba a Monseñor Salcedo sigue vigente en las Escuelas Digitales Campesinas. Este programa es la evolución de las Escuelas Radiofónicas; ahora, los campesinos pueden formarse continuamente sobre liderazgo, derechos humanos, emprendimiento, agricultura sostenible, cambio climático, comunicación y otros temas relevantes para sus comunidades, esta vez a través del uso de las TIC y plataformas digitales. Desde sus teléfonos o computadoras, los campesinos continúan adquiriendo conocimientos, compartiendo el saber – hacer y, aportando desde el territorio, desde la ruralidad al cuidado de la vida, del agua, de la tierra.
El elcampesino.co es otro de los canales virtuales que ACPO ha desarrollado para dar continuidad a su misión. En este canal, se visibilizan historias, problemáticas y éxitos de las comunidades rurales. El portal se ha convertido en una ventana digital hacia el mundo campesino colombiano, rescatando la esencia de Radio Sutatenza, ahora en un espacio donde el lector también puede interactuar, opinar y sentir que su voz es escuchada.
ACPO ha logrado innovar el enfoque en la comunicación para el cambio social, adaptándolo a los desafíos contemporáneos. A través de sus programas, aborda temas como el cambio climático, los derechos humanos y la sostenibilidad, empoderando a las comunidades rurales con conocimientos que les permitan enfrentar los retos de un mundo cada vez más complejo. Estas iniciativas no solo informan, sino que también construyen una comunidad resiliente, capaz de tomar decisiones informadas y actuar de manera colectiva.
Al recordar el legado de ACPO, queda claro que su misión de empoderar y apoyar a la población rural a través de la educación y la comunicación sigue siendo relevante en los contextos actuales con la llegada de nuevas formas de acceder al conocimiento, el uso de nuevas herramientas, logrando que su esencia permanezca en el tiempo: el anhelo de un país más equitativo y educado. ACPO es una historia viva, una promesa cumplida y una apuesta constante por el futuro de Colombia.
Redactor: Leonardo Barreto