La Cepal, en colaboración con la ONG Ayuda en Acción, presentó un informe que revela un panorama preocupante para la juventud latinoamericana. Según el estudio, el 70 % de los jóvenes de la región trabajará en el sector de servicios para 2030, dejando atrás sectores tradicionales como la agricultura y la construcción. Esta transición, aunque refleja un cambio en las dinámicas laborales, plantea serios desafíos: el aumento de la precariedad laboral y el desempleo, especialmente en ausencia de políticas públicas diseñadas para mitigar estos riesgos.
El informe subraya que la falta de políticas específicas para proteger a los jóvenes en el sector servicios podría intensificar la inestabilidad laboral, una problemática agravada por factores como el cambio climático y los procesos migratorios, que aumentan la competencia por empleos en zonas urbanas. Matías Figueroa, director del programa Europa de Ayuda en Acción, advirtió: «Sin políticas públicas específicas para mitigar estos riesgos, las tasas de desempleo e inestabilidad laboral podrían crecer».
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Datos CEPAL
El contexto social también refleja una dura realidad: el 31 % de los jóvenes de la región vive en situación de pobreza, mientras que un 8,5 % enfrenta pobreza extrema. Además, un 50 % de los jóvenes empleados trabaja de manera informal, una situación especialmente crítica en las zonas rurales, donde la tasa de informalidad es un 20 % más alta que en áreas urbanas.
La ministra de Trabajo de Colombia, Gloria Ramírez, se refirió al impacto en la población rural, destacando la exclusión de los jóvenes campesinos de los derechos laborales básicos. «La gente que está en el campo no tiene acceso a sus derechos laborales», afirmó, añadiendo que «el horizonte de los jóvenes no puede ser la incertidumbre».
Por su parte, Ángela Penagos, directora de Cepal en Colombia, llamó a reflexionar sobre la importancia del mercado laboral rural. «No hemos entendido el rol de la ruralidad en la comunidad colombiana. Entender esto es entender el apoyo entre nuestros países», señaló.
Estrategias y recomendaciones: áreas clave de acción para 2030
Para contrarrestar estos desafíos y garantizar empleos dignos para los jóvenes, Ayuda en Acción y CEPAL destacan áreas prioritarias que requieren atención urgente:
1. Formalización del empleo juvenil: El estudio recomienda la implementación de programas orientados a reducir la alta tasa de informalidad laboral que afecta a las personas jóvenes de la región, brindando protección social y mejorando la calidad de los empleos.
2. Generación de empleos de calidad: La promoción de empleo juvenil debe enfocarse en sectores de alto valor, con especial atención a servicios públicos, tecnología y energías sostenibles, sectores que ofrecen mayor estabilidad y oportunidades de desarrollo.
3. Reducción de las brechas de género: Combatir las desigualdades de género en el mercado laboral resulta esencial para garantizar la inclusión de las mujeres jóvenes en empleos de calidad, promoviendo la equidad en las oportunidades.
4. Fortalecimiento de sistemas de información laboral: Dotar a las personas responsables de la elaboración de políticas públicas y a la juventud de datos actualizados y fiables sobre el funcionamiento del mercado laboral es fundamental para facilitar su inserción laboral y mejorar la calidad de sus empleos.
5. Invertir en educación y formación: Fortalecer los programas de capacitación profesional y reforzar la calidad de la educación y la formación técnica permitirán a la juventud responder a las demandas cambiantes del mercado laboral, especialmente en un entorno de alta automatización y transformación digital.
La inversión y creación de políticas públicas para fortalecer la agricultura.
“Invertir en la juventud es lo más justo socialmente, pero también es lo más inteligente para el futuro de la región. Esto requiere una concepción integral de las políticas hacia adolescentes y jóvenes, trabajando activamente para superar las brechas existentes y reducir las desigualdades”, valora Matías Figueroa.
“Asimismo, es esencial que las políticas enfocadas en las juventudes incluyan la participación de las personas jóvenes en la toma de decisiones y en la formulación de las políticas que les atañen”, concluye Andrés Espejo, oficial de asuntos económicos de la CEPAL participante del estudio.
El informe de la Cepal deja en evidencia la necesidad urgente de desarrollar políticas públicas que enfrenten los desafíos del mercado laboral juvenil en América Latina. La transición hacia el sector servicios, lejos de ser una solución, podría incrementar las desigualdades existentes si no se promueven condiciones laborales dignas y accesibles, especialmente para quienes residen en zonas rurales. La juventud de la región no solo enfrenta una transición laboral, sino también una encrucijada social y económica que exige respuestas inmediatas.
Fuente: CEPAL