Tras ocho años de intensas negociaciones, la COP16 aprobó un trascendental acuerdo que apunta a la identificación y conservación de áreas marinas de alta importancia ecológica en aguas internacionales. Los asistentes a la plenaria celebraron esta decisión, la cual representa un avance crucial en la implementación del Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal, fortaleciendo la gobernanza oceánica a nivel global y estableciendo nuevas bases para la cooperación internacional.
El acuerdo prevé la creación de un grupo de expertos de diversas regiones del mundo, cuyo rol será identificar Áreas Marinas de Importancia Ecológica y Biológica (EBSAs), fundamentado en criterios científicos. Este proceso asegura la conservación de ecosistemas marinos vitales y especies en aguas internacionales, mientras se respetan los derechos y jurisdicciones soberanas conforme a la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.
Primer paso hacia una gobernanza global del océano
Durante el anuncio, Susana Muhamad, presidenta de la COP16, destacó la importancia de esta resolución como un primer gran logro de la conferencia. “El compromiso que hoy hemos asumido representa el espíritu de cooperación y responsabilidad que impulsa la COP16. Este acuerdo nos permitirá proteger áreas clave para el planeta, asegurando que los océanos, nuestros grandes reguladores climáticos y fuente de vida, tengan una defensa sólida y global”, afirmó Muhamad. La decisión, respaldada por delegados de todo el mundo, fortalece la cooperación científica y técnica para identificar y proteger zonas marinas esenciales.
Este nuevo mecanismo para la conservación de la biodiversidad en los océanos permitirá crear una red de áreas protegidas fuera de la jurisdicción nacional, reforzando los esfuerzos por la sostenibilidad ambiental y el uso responsable de recursos marinos en beneficio de generaciones futuras.
Puntos clave del acuerdo y su implementación
El acuerdo incluye una serie de medidas innovadoras para garantizar que la conservación marina se lleve a cabo con rigurosidad y transparencia:
- Creación de un Grupo Asesor Internacional: Este equipo multidisciplinario de expertos supervisará la identificación y actualización de las EBSAs, coordinando esfuerzos de conservación y promoviendo la transparencia científica en todo el proceso.
- Proceso científico neutral: Las descripciones y clasificaciones de estas áreas se basarán en criterios científicos y técnicos estrictamente, sin afectar derechos de soberanía territorial, para evitar conflictos de jurisdicción y mantener la neutralidad en las relaciones entre las naciones participantes.
Además, el acuerdo promueve la participación activa de diversos grupos, incluyendo comunidades indígenas, locales, mujeres y jóvenes. Esto se traduce en un proceso inclusivo que integra conocimientos tradicionales y locales, los cuales son fundamentales para la conservación de los ecosistemas.
Para apoyar estas labores, países como Alemania, Bélgica, Canadá, Noruega y Suecia han comprometido financiamiento para talleres científicos y técnicos que reunirán a especialistas y representantes comunitarios. Estos talleres, enmarcados en una plataforma colaborativa, permitirán revisar y ajustar las EBSAs de forma periódica, contribuyendo así a una gestión sostenible y adaptativa de los océanos.
Un compromiso hacia el futuro
El respaldo financiero y la prórroga del mandato del Grupo Asesor aseguran la continuidad y enfoque en la protección de la biodiversidad marina, reafirmando además el rol de la Asamblea General de la ONU como promotora de un marco legal para el uso y conservación sostenible de la biodiversidad fuera de las jurisdicciones nacionales.
Este acuerdo histórico no solo fortalece los esfuerzos de gobernanza global sobre los océanos, sino que también envía un mensaje poderoso sobre la cooperación internacional frente a los desafíos de la crisis ambiental. Con este compromiso, la COP16 sienta las bases para un futuro más sostenible y colaborativo, en el que la protección de la biodiversidad marina se convierta en una responsabilidad compartida por todos los países.
Este primer gran logro en la COP16 deja en claro que la comunidad internacional está dispuesta a trabajar en conjunto por el futuro del planeta, asegurando que las futuras generaciones puedan heredar océanos sanos y llenos de vida.
Fuente: COP16
Editor: Natalia Garavito