La magíster en ciencia y tecnología de alimentos de la Universidad Nacional, Diana Carolina Acosta Opayome, realizó un estudio en el que logró caracterizar y diferenciar las mieles de Colombia. Esto mediante herramientas sensoriales y la evaluación en laboratorio de algunas propiedades fisicoquímicas.
La investigadora incluyó 115 muestras de mieles provenientes de diferentes partes del país, las cuales participaron en un concurso nacional en 2018 que convocaba a fincas, asociaciones de apicultores y personas interesadas en participar.
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“En principio hicimos una depuración de los resultados considerando la legislación internacional para evaluar la calidad de la miel, así que filtramos los datos que no habían dado buenos resultados y manejamos la información de las mieles que cumplían con los parámetros internacionales.
En este sentido, el primer filtro para establecer si las mieles clasificaban o no fue la altura, por lo que analizamos los diferentes pisos térmicos de donde provenían, si era cálido (de 0 a 1.000 msnm), templado (1.000 a 2.000 msnm), o frío (más de 2.000 msnm)” afirmó la magíster.
Concluyó diciendo que “los apicultores y asociaciones de apicultores que cumplen con las características y los estándares internacionales también le aportan mucho al consumidor, al reducir el temor de estar comprando miel falsificada o adulterada, y dándoles la tranquilidad de estar comprando un producto natural y 100 % puro”.
Por: Karina Porras Niño. Periodista – Editora.