Los resultados se dieron gracias a la investigación liderada por Natali López Mejía, magíster en Ingeniería Agroindustrial de la UNAL en Palmira, Valle del Cauca, quien desarrolló dos productos a partir de la adición de pulpa de zapallo deshidratada en diferentes concentraciones.
Según la investigadora, se evaluaron las características de calidad como propiedades fisicoquímicas, texturales, de aceptación sensorial y estudios de vida útil, lo que determinó que a mayor contenido de zapallo más proteína y nivel nutricional contienen los productos.
Además, al comparar la harina de trigo y la pulpa de zapallo seca, se demostró que la segunda cuenta con mayor poder de hinchamiento y solubilidad, capacidad de disolverse al mezclarse, su similar capacidad de retención de aceite, sin descartar que en un futuro pueda sustituir parcialmente a la harina.
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El proceso de elaboración de la pulpa zapallo deshidratada es el resultado del secado de la pulpa con una temperatura de hasta 60 °C durante 12 a 24 horas, seguido se procede a la molienda y al tamizado para obtener la harina vegetal y así, se obtiene la preparación de los productos finales.
“Estas propiedades permiten identificar el potencial de uso de pulpa de zapallo para aumentar la capacidad de retención de agua (jugosidad), aumentar viscosidad y mejorar la textura de productos alimenticios”, señala la magister.
El vegetal que alcanzó una producción de hasta 5.200 toneladas durante el año 2013, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) podría contribuir favorablemente a la nutrición de las personas, y mejorar las características físicas de los productos.
Por: Jeisson Beltrán Valderrama. Periodista.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.