El laboratorio Campo y Ciudad, desarrollado por el Centro de Innovación Rural – CIR, que se encarga de empoderar a las comunidades rurales a través de procesos de co-creación de tecnologías apropiadas y el fortalecimiento de capacidades locales, siempre pensado desde la innovación; abrió un espacio para la creatividad tecnológica en beneficio de los habitantes rurales.
A partir de esto, el laboratorio reunió a caficultores, permacultores, ingenieros, diseñadores, artistas y expertos en temas sociales, para trabajar en un ejercicio de co-diseño que respondiera al desafío de crear tres dispositivos de tecnología: con electrónica, sin electrónica y de biotecnología.
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Sin embargo, estos dispositivos tienen que cumplir con un punto primordial, ya que el desafío mayor es que su diseño y propuesta de valor deben atender a las necesidades puntuales de tres familias campesinas que día a día trabajan fuertemente por el sustento de sus hogares; estas se encuentran ubicadas en la vereda Guavio Alto de Fusagasugá, Cundinamarca.
Esto quiere decir, que los dispositivos fabricados en un proceso que duró seis semanas deben contribuir a facilitar la vida en el campo desde la eficiencia de la producción de alimentos a partir de un ámbito ecológico. Pero sobre todo, demostrar que los problemas en las zonas rurales de Colombia se resuelven si realmente se hace un proceso de integración a la realidad de sus contextos.
«Los laboratorios de innovación son espacios para la propuesta y la materialización de soluciones por parte de la unión de fuerzas de ciudadanos, en este caso provenientes del campo y la ciudad», afirmó Aura Estela Mora Montero, gestora del Centro de Innovación Rural.
Hasta el momento las creaciones realizadas están a la expectativa de todos y será hasta el sábado 22 de junio que se expondrán al público en Plataforma Bogotá Cll 10 # 4 – 28 a partir de las 2:00 pm.
Por: Daimer Fernando Losada Bermeo. Periodista.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.
