Ubicado al suroccidente colombiano, en el departamento de Nariño, se encuentra Tumaco; un municipio habitado en un 90% por comunidades afro, 6% indígenas de las etnias Awá y Eperara Siapiadara y 4% de mestizos. Esta región es catalogada como una zona geoestratégica, tanto por su ubicación fronteriza con Ecuador y el océano pacífico, como por la riqueza natural y cultural que la caracteriza. Así mismo, se considera como el segundo puerto más importante de la costa pacífica colombiana.
No obstante, la corrupción y la violencia han afectado durante décadas a la región. La crisis gubernamental se ha evidenciado a partir de la destitución constante de alcaldes, en donde servicios de interés público como educación, salud e infraestructura han sido la forma de apropiación de recursos por parte de políticos y funcionarios de paso. Del mismo modo, el conflicto, los cultivos ilícitos, el contrabando de gasolina y la disputa territorial entre grupos armados, han acabado y deteriorado cientos de vidas.
Ante dicha situación, con la coordinación del Secretariado Nacional de Pastoral Social-Cáritas Colombiana, organismo eclesial dependiente de la Conferencia Episcopal. El Obispo de Tumaco Monseñor Orlando Olave y la directora de la Cámara de Comercio de la región, Zaida Mosquera Patterson, convocaron en marzo del 2018 a un grupo de personas influyentes, con el propósito de idear una solución a la problemática.
Es entonces cuando nace el comité “Tumaco Unidos por la Vida y la Justicia” como un espacio de diálogo social conformado por la iglesia católica, la Cámara de Comercio, la iglesia cristiana, empresarios, académicos, líderes políticos, un representante de los consejos comunitarios y de los resguardos indígenas. Con el objetivo de promover, dinamizar y articular acciones entre actores públicos, privados, comunitarios y organizaciones no gubernamentales (ONG), para la gestión e implementación de proyectos que fortalezcan la región.
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Se crearon seis mesas temáticas, con las que se pretende no solo atender las necesidades regionales, sino también los Objetivos de Desarrollo Sostenible- ODS. Así mismo, un primer logro fue la disminución de agresión en las redes sociales, a partir de la unión de los diferentes actores en movilizaciones como la del 27 de abril en la que asistieron 40 mil personas y que tuvo un gran alcance en la lucha de un Tumaco mejor.
Mesa de juventud, esta mesa transversal, pretende mejorar las condiciones de la población joven teniendo en cuenta la falta de oportunidades que estos encuentran en la región, a partir de la eliminación de brechas educativas, radicación de iniciativas para infraestructura deportiva y el impulso de la oferta y demanda para perfilar cursos de formación y empleo.
Mesa de seguridad, en la que se trabaja de la mano con la policía y el Ministerio Público para hacer seguimiento a las causas de homicidios sistemáticos en la región, del mismo modo seguimiento a indicadores de seguridad para la toma de acciones frente a casos de extorsión y criminalidad. Es una mesa de carácter urgente teniendo en cuenta que las víctimas y victimarios están entre los 12 y 28 años de edad.
Mesa de educación, busca asegurar el acceso igualitario de todos en un sistema de formación técnica, profesional y superior de calidad, igualmente una cobertura con docentes de calidad y mejoramiento de las redes tecnológicas y de internet. Hasta el momento se ha logrado la implementación del Programa Especial de Admisión y Movilidad Académica – PEAMA, por la Universidad Nacional, que permite a más jóvenes acceder a la universidad pública. Así mismo, con el apoyo del Mineducación se suscribió un acuerdo para mejorar los perfiles de los docentes.
Mesa de infraestructura, frente a la falta de vías de acceso a causa de las dificultades respecto a la presencia de grupos armado y por la corrupción que ha desviado fondos para las mismas, esta mesa pretende impulsar la finalización de obras estratégicas y la reactivación del puesto Tumaco. Reactivando así la economía a corto plazo con la generación de hasta el momento 700 empleos. También se alcanzó la electrificación de los municipios de la costa norte: Francisco Pizarro, Mosquera, Olaya Herrera, El Charco, La Tola e Iscuandé.
Mesa productiva, que busca reactivar la economía de la región ayudando a gestionar programas y proyectos entorno a la pesca, la siembra y la comercialización de palma de aceite, cacao, coco y pingua. Esto teniendo en cuenta una producción y consumo responsable.
Mesa de salud, siendo uno de los servicios más desatendidos por el estado, se pretende gestionar la finalización de proyectos e inversión de infraestructura para nodos de atención y redes hospitalarias. Entre los logros alcanzados, se encuentran obras entregadas en 5 municipios de la región, además del giro de recursos para la adquisición de ambulancias.
Por: Karina Porras. Periodista.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.