El punto número uno del acuerdo de paz propone “el nuevo campo colombiano” y se refiere principalmente a la atención integral a la primera infancia; modelos flexibles de educación preescolar, básica y media que se adapte a las necesidades de las comunidades y al medio rural; mejoramiento de las condiciones para garantizar permanencia; infraestructura escolar, deportiva y cultural y disponibilidad de personal docente. Se considera una oportunidad de transformación histórica, pues entiende lo rural no como un espacio únicamente para lo agropecuario, sino como un territorio.
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Partir de la idea de un territorio, como un escenario integral de negociación conjunta de múltiples interacciones: éticas, políticas, jurídicas, ambientales y educativas. Permitirá el reconocimiento de los pequeños y medianos productores, de las comunidades campesinas y étnicas, pero además de una política de género en beneficio de las mujeres. Además, se hace un llamado para que se promueva un desarrollo rural competitivo basado en el fortalecimiento de todos los bienes públicos (educación, vivienda, salud, alimentación).
Las propuestas para crear proyectos de educación rural que garanticen la calidad de vida en los territorios, deben ser planteadas desde la aceptación de que este es un proceso a largo plazo, y sólo progresará con el compromiso de las instituciones y toda la población.
Para entender cómo se puede fortalecer este punto del acuerdo, escuche el programa completo en el siguiente link. Compartir Debates: Reforma rural integral y el plan especial de educación
Por: Karina Porras. Periodista.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.
Fuente: Fundación Compartir Palabra Maestra
