En 2016, teniendo como referencia experiencias eco sostenibles a nivel nacional, en ciudades como Barranquilla, Bogotá y Cali; la CAR dio inicio a uno de los proyectos más importantes de los últimos tiempos. “Jerusalén ecosostenible” parte con el objetivo de identificar las mejores alternativas para el manejo integral del recurso hídrico, ahorro y uso eficiente de la energía y el manejo integral de los residuos.
Ubicado al suroccidente del departamento de Cundinamarca, busca ser un modelo en el ordenamiento ambiental y territorial para el desarrollo sostenible del departamento y de la región, hoy es el laboratorio sostenible más grande del país, si se tiene en cuenta que varias de las tecnologías implementadas, ahora son realidad y ya están listas para ser replicadas en otros municipios del territorio.
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Eficiencia energética
Tanto la Alcaldía, la escuela y el colegio departamental, cuentan con un parque solar fotovoltaico, un sistema que incluye componentes tecnológicos como paneles solares, redes de comunicación, conversores y distribuidores. Estos, permiten proveer de energía en forma ininterrumpida a estas tres instituciones, disminuyendo costos en el pago por el servicio de luz y consumos por electricidad. Respecto a los recursos que dejarán de invertirse en estos gastos de funcionamiento, serán destinados a suplir otras necesidades locales.
Optimización y calidad del agua
Para la correcta utilización de este recurso, están en operación sistemas de filtración para acueductos rurales y viviendas unifamiliares. Con el que se genera un proceso de desinfección de agua a base de energía solar, garantizando la potabilización del líquido y la obtención de agua de buena calidad. Esta tecnología la conforma un filtro de arena fina, que mediante la filtración elimina sedimentos, bacterias y virus.
Así mismo, se creó un banco municipal del agua, como contingencia a la temporada de sequía que en Jerusalén y varios municipios de Cundinamarca puede durar varios meses. Esta infraestructura cuenta con capacidad de 6 mil metros cúbicos de almacenamiento, que a mediados de marzo estará listo para que la comunidad disponga de este y tenga una fuente alterna de abastecimiento.
Generación de Biogás
A partir de un intercambio con el Gobierno Alemán realizado meses atrás, se implementa el sistema de ‘Biodigestores’, el cual se adaptó a las características propias de la zona y ahora se utiliza con la cadena porcícola; donde los vertimientos que genera la producción se tratan, se llevan al Biodigestor y generan gas, el suficiente para la cocción de los alimentos y la eliminación de las pipetas.
Plantaciones
En pro del aire y del suelo, se implementan plantaciones de especies que pueden crecer en zonas agrestes, como Teca, Tambor y Cedro Caoba, esto con el fin de verificar su adaptación y generar un nuevo sistema productivo. De la misma manera, mientras se aporta a la captura de CO2 y a la conservación de suelos, se destaca el éxito del proyecto de agricultura urbana mediante la hidroponía.
Proceso en que cultivos como Albahaca, Ají y Tomate Cherry, ya crecieron y se trasplantaron a la huerta del colegio departamental, donde los estudiantes aprenden sobre este proceso productivo, y al mismo tiempo generan alimentos que sirven a la comunidad.
Intervención social
Estrategias de participación ciudadana con la comunidad educativa, administrativa y todos los actores del municipio, se implementan con el fin de mitigar los efectos del cambio climático con herramientas como la bicicleta, el reciclaje y almacenamiento de aguas lluvias. Esto, para que los pobladores de Jerusalén tengan conciencia sobre las acciones de preservación, conservación y uso adecuado de los recursos naturales.
Edwin García, Director de Laboratorio e Innovación Ambiental de la CAR y coordinador del proyecto, informa que “lo que se busca con este proyecto es que sea una vitrina que la gente del territorio pueda apropiar, adoptando nuevas tecnologías con inversión mínima, para que se repliquen a otros municipios del territorio y así se generen mejores condiciones de vida desde lo ambiental”.
Por: Karina Porras. Periodista.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.
