Se trató de un hombre que, nacido bajo un hogar campesino en Amagá, Antioquia, se mantuvo fiel a los ideales de conseguir una mejor educación para los campesinos; fue así como bajo el lema “Sí se puede” dio inicio a su carrera política.
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Su trayectoria presidencial estuvo marcada sustancialmente por la promoción de la educación, ante “la emergencia educativa” como él mismo llamó a la apremiante labor de combatir de raíz el analfabetismo.
“Por muchos años el campesino ha cargado sobre sus hombros la modernización de la economía. Sin embargo, al campesino nunca le ha llegado, como él se lo merece, y como se lo ha ganado, ese reconocimiento de los gobiernos. Y ahora queremos hacerlo”.
En razón de esto se puso en marcha la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD), como estrategia para llevar educación al campo colombiano. Es decir, la UNAD se planteó como una institución que va hacia los estudiantes y no al contrario, como sucede con otras instituciones educativas.
Sin duda, el modelo educativo de Acción Cultural Popular – ACPO, es quizá el mayor antecedente en cuanto a educación a distancia, a través de Radio Sutatenza y las Escuelas Radiofónicas; una iniciativa que llevó educación a los campesinos de Colombia a través de la radio, y más adelante, a través del semanario EL CAMPESINO.
De manera que, la iniciativa de la UNAD fue la materialización del compromiso con las comunidades y poblaciones que antes no han tenido acceso a una capacitación técnica, socio humanística y comunitaria, que fuese pertinente con las necesidades y demandas locales, regionales, nacionales e internacionales.
El respaldo de Betancur a las Escuelas Radiofónicas
Fue así como los cuatro años de gobierno de Batancur (1982 – 1986) tuvieron estrecha relación con la labor de ACPO, pues dos meses después de su posesión en la Casa de Nariño viajó a Sutatenza, sede del Centro de Estudios de ACPO, donde hizo público su apoyo y respaldo a la labor educativa de las Escuelas Radiofónicas en beneficio de los campesinos colombianos.
Ese mismo día de su visita, el expresidente tuvo la oportunidad de compartir con líderes y dirigentes campesinos de ACPO, donde hubo lugar para tratar temas referentes al campo, sus habitantes, necesidades y retos, entre estos, la disminución de la migración campesina a las ciudades.
“Gracias le sean dadas a monseñor Salcedo, a Acción Cultural Popular, a Radio Sutatenza, a las Escuelas Radiofónicas, a todos y todas cuantos laboran en la tarea de hacer patria grande a través del esquema, del contenido y de la práctica de Sutatenza”, fueron las palabras con las que Betancur cerró su discurso en Sutatenza para luego regresar a la capital.
Colombia tiene un referente de la innovación educativa
Pero el apoyo del expresidente a la educación no terminó allí, aun cuando su labor como jefe de Estado llegó a su fin, Betancur siguió de cerca la labor educativa de ACPO, que pasó de las Escuelas Radiofónicas a las hoy conocidas Escuelas Digitales Campesinas.
“Aprecio altamente la labor que adelanta ACPO, entidad de la Conferencia Episcopal, que beneficia a la comunidad, a nuestros campesinos, con grandes oportunidades de formación y desarrollo, a través de sus canales de difusión como Radio Sutatenza y las Escuelas Digitales Campesinas; los felicito por esta ejemplarizante tarea que se les reconoce y agradece”, fueron las palabras del expresidente dirigidas hace dos años al entonces director de ACPO, Kenny Lavacude.
Hoy, su presencia no nos acompaña, pero su legado continúa intacto en la labor de quienes día a día trabajan por y para la educación. Por eso, ACPO y El Campesino manifiestan sus más sinceros agradecimientos a un hombre que apoyó la labor de poner la educación al alcance del campo.
“Sin duda, la historia de Colombia deberá reconocer en él un valioso referente para el progreso, la equidad y la innovación educativa”.