Se acerca la mayor época de transmisión de malaria, pero la epidemia de ébola pone en riesgo el tratamiento contra el paludismo de muchos niños africanos.
«La malaria es la primera causa de muerte en Sierra Leona, pero los pacientes que pueden haberse contagiado no buscan atención médica por miedo a ser rechazados en los centros de salud como sospechosos de tener ébola», expreso Roeland Monash, representante de UNICEF en el país. «La gente se muere en sus comunidades por la falta de diagnóstico y tratamiento».
El principal problema para estas personas es que los síntomas de la malaria -fiebre, dolor de cabeza y de las articulaciones- son tan parecidos a los del ébola que en su primera fase es fácil de ser diagnosticada erróneamente, causando confusión entre los pacientes y el personal sanitario, así como ingresos innecesarios en los centros de tratamiento de ébola, ya de por sí saturados.
Es por esto que UNICEF ha puesto en marcha una campaña contra la malaria que dará tratamiento a 2,4 millones de personas. Durante la misma, más de 9.300 trabajadores sanitarios de las comunidades irán puerta a puerta por los distritos con mayor riesgo de ébola para ayudar a administrar la medicación contra la malaria a todas las personas a partir de los 6 meses de edad. También, enseñarán a las familias las similitudes entre los síntomas del ébola y la malaria.
«El éxito de la campaña dependerá ahora de que los padres y cabezas de familia aprovechen esta oportunidad», ha dicho Monasch. «Las pastillas contra la malaria son efectivas y deben administrarse según lo indicado por el personal sanitario. En este sentido, cada ciudadano puede jugar su papel en reducir la desgracia y la fatalidad causadas por la malaria en Sierra Leona».