Por: Víctor Mosquera
Durante la fiesta de Nuestra Señora del Rosario, conmemoramos a la Santísima Virgen María y recordamos una historia que mostró su poder. El relato le ofrece al creyente, suficientes razones para recitar el Santo Rosario por las necesidades personales y universales.
De acuerdo con relatos históricos Nuestra Señora del Rosario, tuvo una gran intervención en la guerra contra los turcos, específicamente en la famosa batalla de Lepanto, librada entre cristianos y musulmanes en 1571.Los cronistas señalan que cristianos ganaron la batalla de Lepanto contra los turcos, por la intercesión de la Santísima Virgen María, a la que inicialmente llamaron Nuestra Señora de las Victorias.
Posteriormente el Papa Pio V instituyó para el 7 de octubre, la fiesta de María Auxilio de los cristianos, o María Auxiliadora, como la conocemos; con el propósito de conmemorar el triunfo de los cristianos sobre los musulmanes.Más adelante el Papa Gregorio XIII hizo un cambio en el nombre de la advocación por el que actualmente conocemos: Nuestra Señora del Rosario.
No podemos negar que la advocación de Nuestra Señora del Rosario ha intervenido en el mundo y que por su intercesión se han alcanzado grandes favores. Cabe resaltar el hecho de llevar un rosario y que, tanto en la advocación de Lourdes como en sus apariciones de Fátima, reiteró su invitación a rezar el rosario.
Nuestra Señora del Rosario nos invita a meditar con esta plegaria, los episodios más importantes de la vida de Jesucristo en su paso por este mundo.Sin olvidar que es una advocación muy acogida en diferentes partes del mundo como España, Venezuela, Colombia y Guatemala entre otras.(Le puede interesar: Rosario, una declaración diaria de amor)
Promesas de la Virgen para quienes recen el Santo Rosario
El 7 de octubre de 1208, Santo Domingo de Guzmán recibió la visita de Nuestra Señora del Rosario.En su aparición le enseñó a rezar el Santo Rosario y le anunció las promesas para los que hicieran esta oración con devoción.
Aquí recordamos algunas:
- Quien rece constantemente mi Rosario, recibirá cualquier gracia que me pida.
- Prometo mi protección y grandes beneficios a los que recen mi Rosario con devoción.
- El Rosario es el escudo contra el mal, destruye el vicio, libra de los pecados y doblega las herejías.
- El Rosario hace germinar las virtudes para que las almas alcancen la misericordia divina.
- Esta plegaria sustituye en el corazón de los hombres el amor del mundo por el amor de Dios y despierta su anhelo por la eternidad.
- El alma que se me encomiende a través del Santo Rosario no perecerá.
Editor: Paola Calderón Gómez. Periodista – Editora.