Los recientes avances investigativos que adelantan científicos y expertos de la NASA, apuntan a que la idea de desarrollar actividades agrícolas en el espacio exterior no estaría tan lejos de convertirse en realidad.
Connor Kiselchuk, un joven canadiense de 22 años que investiga la agricultura espacial, sostiene que aún hay un largo recorrido para que se pueda sembrar comida en el espacio, pero como científico de Kennedy Space Center de la Nasa, aseguró que esa posibilidad «no es una utopía y podría llegar a ser realidad».
Las investigaciones apuntan a que en un viaje espacial de 18 meses, tiempo promedio en el cual los astronautas se encuentran en el espacio, sería fundamental que la comida que los mantenga vivos pudiera ser producto de actividades agrícolas de sembrado, y así obtener alimentos ricos en vitaminas. (Le puede interesar: Con menos tierra y agua, en 2050 se deberá producir el doble de alimentos)
El científico canadiense afirmó que conocer de fondo el comportamiento biológico de las plantas en el espacio exterior, va a permitir abrir un nuevo camino en el desarrollo de la carrera espacial. Además, Kiselchuk agregó que el futuro de la agricultura espacial permitirá desarrollar ambientes sostenibles y por circuitos de aire en los cultivos del planeta.
Los avances
Kiselchuk está trabajando actualmente en la realización del sistema de soporte de vida bioregenerativo para su uso en el espacio exterior. «Todo esto lo hacemos porque no solo se trata de conseguir alimentación para los astronautas, cultivar plantas en misiones espaciales podría formar todo un sistema de soporte de vida a bordo», manifestó el joven científico.
Asimismo, el joven explica que las últimas novedades de la investigación que se adelanta en la NASA sobre agricultura espacial, apuntan a que las plantas en el espacio podrían ser «un regulador atmosférico efectivo. De igual manera, Kiselchuk asegura que que las plantas también permitirían filtrar el agua gris y suministrar agua limpia y potable para los astronautas, además serían una ayuda emocional también para los tripulantes.
Por: William Espitia. Periodista.
Editor: Andrés Neira. Periodista.