En el marco de la XII Semana Internacional de la Comunicación organizada por la Facultad de Ciencias de la Comunicación de Uniminuto se encuentra abierta al público la exposición “La radio en la comunicación, la comunicación en la radio”. Una muestra de aparatos de radio que nos sitúa en la historia de este medio que nos ha acompañado a lo largo de casi 125 años.
El radio o la radio, en cuanto al aparato receptor, y la radio en cuanto al servicio de radiodifusión conforman eso que Gómez de la Serna llamaba “la imaginación sin hilos para contar cosas”. Con la radio podíamos, y podemos, oír y ver de otra manera.
La exposición de radios instalada en Uniminuto sede Principal es una oportunidad para observar los más de doscientos aparatos exhibidos. Una selección de elementos bajo la curaduría de un coleccionista que ve en los radios mucho más que un “simple” receptor. El profesor de la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín, Jorge William Montoya Santamaría, colecciona radios desde hace más de una década. Para esta ocasión nos muestra una selección de aparatos que van desde los años 30 a los 80 del siglo pasado.
Para el profesor Montoya, “Los radios no solo cuentan la historia de la radio como medio, sino también otras historias. Aquellas asociadas a los avances tecnológicos, al diseño, a los intereses comerciales o al uso de materiales. En los pequeños receptores quedaron plasmados los movimientos artísticos y de diseño”. Así, en la exposición se pueden observar desde un aparato representativo de la escuela de diseño de la Bauhaus hasta los modelos de Radio Sutatenza, pasando por un radio ecológico equipado con panel solar.
Esta exposición es, por la cantidad de radios, la más grande exhibida hasta ahora en Colombia. Como parte de las actividades de esta duodécima semana de la comunicación, habrá un conversatorio con el profesor de la Universidad Nacional alrededor de la comunicación y la radio para hablar no solamente del invento, de su historia, de los programas o de las voces, sino del objeto y de lo que ha supuesto y todavía hoy supone como elemento de comunicación para la transformación social. Bertolt Brecht pedía transformar la radio para que fuera mucho más que un aparato de difusión y se convirtiera en un dispositivo de comunicación.
Somos hijas e hijos de la radio, de países sonoros con memorias orales e historias narradas por emisoras radiales. Pensar en la radio es traer recuerdos con imágenes y sonidos en blanco y negro que pintábamos de colores dejando volar la imaginación. Es ese invento que, según Bertolt Brecht, “sería el más fabuloso aparato de comunicación imaginable de la vida pública, un sistema de canalización fantástico, es decir, lo sería si supiera no solamente transmitir, sino también recibir, por tanto, no solamente oír al radioescucha, sino también hacerle hablar, y no aislarle, sino ponerse en comunicación con él”.
Brecht tenía un compromiso con la radio como elemento fundamental para el cambio social, concienciando a través de las ondas para liberar el pensamiento. Llegó a compartir con Walter Benjamin una propuesta para convertirla en un verdadero medio de comunicación, aportándole “a la transformación revolucionaria de la sociedad, reconfigurando la práctica intelectual, teórica y artística al acercarla a las transformaciones sociales técnico-comunicativas.”
La radio ha sido el medio apropiado para la propaganda, para la educación o para el entretenimiento. Desde las radionovelas hasta las gestas deportivas o los hechos que han revolucionado la sociedad, la radio nos ha informado, entretenido, asustado y transportado. Es difícil igualar el valor emotivo, ciudadano y político de la radio. En su libro “Greguerías onduladas”, el simpar Gómez de la Serna decía: “El diablo envidia la radio como el órgano ideal para la tentación: ´¡qué lástima!, ¡qué lástima!` suele exclamar sintiendo haber dejado escapar la patente”.
Con la radio se han construido historias de vida y narrativas populares que han dado cuerpo a las identidades ocultadas. Desde la radio, y alrededor de la misma, se evocan recuerdos las reuniones familiares, los domingos deportivos, los programas emblemáticos y las voces destacadas de quienes nos llevaban las historias “pegadas” a sus inconfundibles voces.
Para un amante y defensor de la radio como Brecht, “Un hombre que tiene algo que decir y no encuentra oyentes, está en una mala situación. Pero todavía están peor los oyentes que no encuentran quien tenga algo que decirles”. Como nos contaban en “Historias de onda larga. Las memorias de la radio en Colombia”, todavía es posible conversar sobre radio, a pesar de la internet. En Uniminuto, la comunicación y la radio tienen qué decir y tienen quien les escuche.
Disfruten de la radio visitando la exposición que estará abierta hasta el sábado 25 de agosto y aprovechen para asistir a algunas de las actividades programadas en la XII Semana de la Comunicación. Además de esta muestra de radios, otra recomendación: no se pierdan la exposición “Buscando refugio para mis hijos” del fotoperiodista Javier Bauluz y su conferencia “Narrando las migraciones desde la fotografía”, el martes 21 de agosto a las 18:00 en el teatro de Uniminuto.
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Por: Ignacio “Iñaki” Chaves. Equipo Editorial El Campesino.