Un grupo de investigadores del Banco Interamericano de Desarrollo, investigó sobre los errores y aciertos de la educación, representado en “Aprender Mejor: Políticas públicas para el desarrollo de habilidades”, con el fin de analizar y entender las políticas públicas en educación de Latinoamérica.
Basados en el hecho de que los estudiantes latinoamericanos presentan un retraso en la educación frente a los estudiantes de países desarrollados, los investigadores revelaron en su estudio que los niños de familias de escasos recursos se desarrollan en un ámbito en donde hay un vocabulario negativo y escaso. Por esto, es indispensable que existan ‘programas de crianza’ los cuales repercuten directamente en las habilidades cognitivas de cada uno.
Santiago Levy, el Vicepresidente de Sectores y Conocimiento del BID, exclamó que “Una persona que ha tenido acceso a una adecuada estimulación durante los primeros años de su vida, buenas escuelas, universidad y empleo en una compañía formal, posee grandes ventajas en la vida…Los gobiernos pueden hacer mucho más por mejorar la calidad de vida de aquellos que no han contado con estas ventajas”
En conclusión, el hecho de disminuir el número de estudiantes por clase (de 20 a 25) puede elevar los niveles de aprendizaje anuales en un 15%, así como también contar con una jornada escolar de 4 a 7 horas puede elevarlos en un 10%. Además, contar con el personal docente adecuado, y lograr un equilibrio entre acceso y calidad en la educación son consejos que pueden marcar la diferencia en un país.