La Colombia profunda, esa de la cual poco se conoce en las ciudades, llegó a Bogotá a través de los productos de personas como Orlando Querasama, un líder indígena Embera de Risaralda, víctima de desplazamiento forzado por el conflicto armado; o como Jaibis Aguilar a quien la violencia en el Urabá Chocoano la obligó a llegar a la capital.
Bisutería indígena, postres, miel, frutas, cereales, verduras, hortalizas, ropa, hasta elementos de belleza fueron algunos de los productos que los capitalinos y turistas de Bogotá, pudieron disfrutar y comprar el pasado 1 de junio, en el marco del Mercado Campesino impulsado por la Secretaría de Desarrollo Económico.
Se trató de un espacio no solo de consumo de productos, sino de un diálogo intercultural en medio de la plaza más importante del país. Allí, más de 600 campesinos, indígenas y afrocolombianos dieron a conocer a través de sus productos, sus tradiciones culturales y conocimientos ancestrales.
La música y demás actividades artísticas rurales trajeron la alegría de una típica plaza de mercado de pueblo, al corazón de la ciudad.
Por: Mónica Lozano. Periodista – Editora.
Video: Lina Serna. (voluntaria) y Mónica Lozano (Periodista – Editora).