“Estoy convencido de que toda la Iglesia tiene gran necesidad de recibir Misericordia, porque somos pecadores, y en este Jubileo podremos encontrar la alegría del perdón de Dios, que dará consuelo a cada hombre y a cada mujer de nuestro tiempo”, dijo el Pontífice.
Para vivir entonces este tiempo, es importante conocer un poco más de la misericordia y la forma en que se puede aplicar a nuestro diario vivir. A continuación algunos tips:
- Misericordia es la capacidad de acoger en el corazón las miserias ajenas –materiales, emocionales y espirituales-, con ánimo de aliviarlas.
- Entender por qué una persona es cómo es, comprender los motivos de sus acciones y encontrar una disculpa para sus errores, forma parte de la misericordia.
- El perdón es un acto de la misericordia que lleva a pasar por alto una ofensa, sin dejar que queden en el corazón odio o resentimiento. La sinceridad del perdón se manifiesta al procurar olvidar el agravio.
- Aprender a perdonar forma parte de la inteligencia emocional de una persona y es indispensable para alcanzar la paz interior.
- Practicar la justicia y vivir la misericordia son inseparables, e indispensables para ayudar a las personas y a la sociedad.
- Compasión es hacer propio el padecimiento de alguien, cargar sobre los hombros el dolor y sufrimiento de una persona, sentir con sus sentimientos.
- Ser misericordioso es actuar con bondad, haciendo el bien, aunque no exista correspondencia. “Devolver bien por mal”.
- Ser indulgente con los errores y comprensivo con las limitaciones de otros son maneras de manifestar la misericordia.
- La misericordia maneja el enojo y la impaciencia a través de la mansedumbre.
- Que Dios y los demás nos traten con misericordia dependerá de que actuemos con misericordia con otros.
- Aliviar las necesidades materiales de los demás es urgente. Dar tiempo, sonrisas, y cariño a otros es importante.
- La solidaridad, consecuencia de la fraternidad humana, es una manera de expresar la misericordia con acciones de ayuda a cualquier ser humano necesitado.
- La misericordia no hace distinción de personas.
- Por la misericordia llevamos unos las cargas de los otros, ayudando a sobrellevar el peso de la vida.
- La misericordia es necesaria para ganarse la confianza de los demás. Aún a riesgo de que se alguien se aproveche de la buena voluntad.
- La misericordia es compatible con la corrección al que se equivoca. Y con la defensa de la verdad.
- Misericordia es no juzgar ni condenar, sino entender y acoger.
- La misericordia no es debilidad, sino fortaleza.
- La misericordia se practica con prontitud, diligencia y alegría. No hay misericordia cuando se practica por cumplir o de mala gana.
- La misericordia es un rasgo propio de Dios, que debemos vivir los hombres por estar hechos a su imagen y semejanza.
Tomado de: Confederación Nacional Católica de Educación – CONACED.