La Constitución Política de Colombia consagra a la calidad de vida como uno de los derechos humanos primordiales; es por ello que, los cacaoteros del país se esmeran por cambiar panoramas no muy alentadores en algunos territorios mediante su trabajo, para sembrar paz y cosechar bienestar.
Ellos, le apuestan a la construcción del tejido social haciéndole honor a la Carta Magna. Un claro ejemplo de esto es Arauca, uno de los 32 departamentos de Colombia que en el pasado fue marcado por la violencia; producto de esto, vivió el dolor, la guerra y la tristeza. Pero ahora, se ha trasformado positivamente; pues “millones de familias sembraron amor, felicidad y un delicioso cacao que se ha ido expandiendo en todo el mundo”.
Es así, como la Fundación El Alcaraván y la comercializadora de chocolate LÖK, ponen de ejemplo a los cacaoteros, quienes construyen un mejor país mediante la siembra de su cultivo. Le puede interesar: Las mujeres cacaocultoras se empeñan en endulzar el país
Cabe resaltar que Arauca es el segundo productor de cacao en Colombia; por lo que cuenta con alrededor de 17 mil hectáreas y una producción aproximada de 10 mil toneladas al año, según se informa en un boletín de LÖK Foods.
Cacaoteros entre una dulce alianza
“La Fundación El Alcaraván y LÖK firmaron una alianza que involucra la transformación de cacao en chocolate de alto valor, para competir con las mejores marcas de chocolate del mundo”, añade el boletín.
Esta alianza, además de velar por la economía de los cacaoteros, cuenta con el apoyo de las dos organizaciones, las cuales se unieron al trabajo de los cacaoteros para sustituir cultivos de coca por cacao. De esta forma están trabajando para transformar la realidad social marcada por más de 50 años de violencia.
Arauca, la fábrica de chocolates
En el departamento se encuentra un taller que transforma el grano de cacao en el dulce chocolate de Colombia; allí, es donde se almacena el fruto que cosechan campesinos con sus manos ejemplares. Le puede interesar: Prototipo de secador solar optimiza secado de maíz, frijol y cacao
Los granos del cacao pasan por delicados procesos, entre ellos la fermentación, el secado, tostión y concheo; importantes para crear el aroma y sabor de una barra de chocolate denominada Alianza. Tras esta barra están los múltiples esfuerzos de cacaoteros, que destacan el sabor del cacao colombiano.
Finalmente, “la idea es transformar el cacao y convertirlo en chocolate con los altos estándares de calidad y dejar de vender el cacao como una materia prima para países extranjeros”, concluyen El Alcaraván y LÖK.
Por: Andrés Arias. Estudiante de Comunicación social – Periodismo.
Editor: Lina María Serna López.