En esta oportunidad el señor Héctor, un campesino de Garagoa en el departamento de Boyacá nos cuenta la difícil situación por la que están pasando los agricultores del país, que, en esa región en particular deben enfrentar pérdidas por cuenta de los productos que son llevados desde las capitales a las plazas.
19 de Febrero de 2018
Como decimos popularmente llevamos del bulto los campesinos con nuestro trabajo del agro, porque siendo que tenemos que trabajar bajo el sol y el agua y por lo visto lo que sacamos a la plaza no es tan comercial, porque traen productos de otros lados como de la plaza de abastos de Bogotá hacia nuestro pueblo Garagoa (Boyacá).
Por lo tanto, nuestros artículos no son muy reconocidos y lo más triste es que nuestro trabajo de agricultura no es reconocido por el Estado, porque no tenemos una ayuda para que se nos facilite más la labor siendo que los almacenes, supermercados todo provee del campo.
Ha sucedido que sembramos una cosecha, como tomate por ejemplo y damos a una baratía que es preferible no recogerlo porque por el bajo costo lo estamos perdiendo y todo a causa del intermediario.
Y para colmo no tenemos ni un cuarto de salario para ganarnos la vida, a duras penas hay algunos adultos mayores que han tenido la buena suerte de que les reconozcan un subsidio de 120.000 pesos cada dos meses. Para finalizar, como dice el evangelio: pobres pero contentos. Le puede interesar: ¿Nuestros campesinos también cuentan?
Por: Héctor José Herrera. Campesino de Garagoa, Boyacá. Red de Reporteros Rurales.
Editor: Ana María Rizo Díaz. Periodista – Editora.