A la corrupción se llega por el camino del debilitamiento del corazón.
Por Papa Francisco (en Radio Vaticano)
David es santo, aunque fue un pecador; el gran y sabio Salomón en cambio fue rechazado por el Señor porque se corrompió. Una aparente paradoja sobre la que el Papa concentra su homilía en la Misa de hoy en Casa Santa Marta.
La lectura propuesta por la liturgia, tomada del primer libro de los Reyes, habla de Salomón y de su desobediencia. “Hemos escuchado una cosa un poco extraña”, comenta en seguida Francisco: “el corazón de Salomón no permaneció íntegro con el Señor, su Dios, como el corazón de David, su padre”.
El problema del debilitamiento del corazón
Y explica que es extraño porque de Salomón no sabemos que cometiera grandes pecados, era siempre equilibrado, mientras que de David sabemos que tuvo una vida difícil, que fue un pecador. Y, sin embargo, David es santo, y de Salomón se dice que su corazón se había “desviado del Señor”. Él, a quien el Señor alabó cuando pidió la prudencia para gobernar, en lugar de riquezas.
¿Cómo se explica esto? – se pregunta el Papa. Es porque David, cuando sabe que ha pecado, pide cada vez perdón, mientras que Salomón, de quien todo el mundo hablaba bien y que incluso la reina de Saba quiso conocer, se alejó del Señor para seguir a otros dioses, pero no se daba cuenta.
Aquí está el problema del debilitamiento del corazón. Cuando el corazón comienza a debilitarse, no es como en una situación de pecado: haces un pecado, te das cuenta en seguida: “He hecho este pecado”, está claro. El debilitamiento del corazón es un camino lento, que resbala poco a poco, poco a poco, poco a poco… Y Salomón, adormecido en su gloria, en su fama, empezó a recorrer este camino.
Salomón acabó tranquilamente corrupto
Paradójicamente “es mejor la claridad de un pecado, que el debilitamiento del corazón” – afirma Francisco – “el gran rey Salomón acabó corrupto: tranquilamente corrupto, porque el corazón se le había debilitado”.
Y un hombre y una mujer con el corazón débil o debilitado, es un hombre o una mujer derrotado. Este es el proceso de muchos cristianos, de muchos de nosotros. “No, yo no cometo pecados graves”. Pero ¿cómo está tu corazón? ¿Es fuerte? ¿Permanece fiel al Señor, o resbala lentamente?
Vigilar todos los días el corazón
El drama del debilitamiento del corazón puede suceder a todos en la vida. ¿Qué hacer entonces? Francisco responde: “Vigilancia. Vigilar tu corazón. Vigilar. Todos los días, estar atento a lo que sucede en tu corazón”. Le puede interesar: Algunas lecciones de la corrupción en Colombia
David es santo. Era pecador. Un pecador puede ser santo. Salomón fue rechazado porque era corrupto. Un corrupto no puede ser santo. Y a la corrupción se llega por el camino del debilitamiento del corazón. Vigilancia. Todos los días vigilar el corazón. Cómo está mi corazón, la relación con el Señor. Y gustar la belleza y la alegría de la fidelidad.
Artículo publicado por Radio Vaticano y traducido al español por Aleteia
Fuente: https://es.aleteia.org/2018/02/08/papa-francisco-el-pecador-puede-llegar-a-ser-santo-el-corrupto-no/