A comienzo de enero una de nuestras reporteras rurales visitó el Municipio de Granada, ubicado en el Departamento del Meta, aproximadamente a dos horas de Villavicencio. Un lugar donde se siente un clima muy agradable. Su temperatura promedio es de 28 grados centígrados y cuenta con una población de 98.500 habitantes.
Además, su producción agropecuaria se basa en los cultivos de arroz, maíz, plátano, palma africana, cacao, yuca, caña, papaya y otras frutas, en segundo lugar la ganadería y en tercer órden el turismo. Le puede interesar: Las Cartas del Campo: un poema a la Tierra
Conocida a nivel nacional por su Festival de Verano del río Ariari, al que asisten muchas personas de diferentes lugares del país y del extranjero.
Un lugar de gente es muy acogedora y cordial
Llama la atención un árbol muy hermoso ubicado en el centro del Parque principal y el cual se llama los Maracos, es una planta muy antigua, es alta, tiene hojas verdes y del tronco del árbol se desprenden unas ramas de las cuales salen unas flores muy hermosas. Al terminarse la flor da una pepa grande que es muy apetecida por unos animales que se llaman lapas.
Entonces, mientras caminaba por ese parque me encontré con el Señor Olegario Benavides quien me contó que vive en el Municipio de Granada, hace 60 años y que se de profesión es Matarife -persona que tiene por oficio matar y descuartizar el ganado destinado al consumo-. Luego quise preguntarle sobre ese árbol que tanto me había inquietado.
El árbol de Los Maracos y su historia
¿Me podría contar algo acerca de este árbol?- Es un palo que los bichos llegan mucho ahí, lo que es la boruga a comerse esa fruta. Yo lo conozco hace tiempo como unos diez años, más o menos. Sin embargo, este árbol tiene unos 40 años aquí en el Parque.
Así mismo, en medio de la entrevista busqué el aporte de un vendedor ambulante que se encontraba en el Parque, quien me relató un poco de cómo se gana la vida y además del árbol de los Maracos que tanto me inquietó.
“Mi nombre es Gonzalo Esquivel, vine del Tolima a vivir aquí. Me gano la vida vendiendo esto, ya que por mi edad no me dan trabajo en ninguna parte a pesar de que yo todavía soy capacitado para cualquier labor. A veces se ponen muy flojas las ventas, pero sigo insistiendo, pues tengo mi obligación y lo que consigo es voluntad de Dios.
Luego, don Gonzalo, decidió enviar un mensaje al gobierno Nacional para que apoye a los vendedores “como yo, ya que es nuestra forma de ganarnos la vida y nos sentimos muy desprotegidos”.
Don Gonzalo, luego me contó que el árbol de los Maracos no sirve para remedio, pero que si es muy buena como madera porque es acerrable. Le puede interesar: Las Cartas del Campo: más de 25 años sin centro de salud en Garagoa, Boyacá
“Aquí en Granada hay muy pocos, pero en Vista Hermosa, se encuentra gran cantidad de ellos. Tiene flores muy bonitas, cuando se acaba la flor, da una pepa parecida a las Maracas, por eso lo llaman así. Esa pepa la comen las Lapas.
Por: Mery Adelaida Dimaté Ardila. Reportera Rural del Municipio de Une – Cundinamarca.
Editor: Ana María Rizo Díaz. Periodista, Editora.