Casi todos los aspectos de la jardinería orgánica giran alrededor de la salud del suelo. Los fertilizantes orgánicos contribuyen a que el suelo tenga una mejor salud ya que aumenta la materia orgánica (mejora la estructura del suelo), reduce la erosión del suelo y ayuda a un ecosistema saludable. Además, y por si fuera poco al no contener productos químicos el ser humano no estará expuesto a gases perjudiciales.
Según el Instituto para la Revisión de Materiales Orgánicos (OMRI, por sus siglas en inglés) recomienda materiales específicos para tener cultivos exitosos.
En la mayoría de los casos, es posible que sea necesario aplicar una solución de fertilizante orgánico “soluble” después de haber hecho la plantación, para estimular el nivel de nutrientes disponibles de la planta. En ese punto es donde los fertilizantes orgánicos líquidos, como la emulsión de pescado, cobran importancia.
Mejores nutrientes para el suelo
Según la OMRI la liberación lenta, gradual y natural de nutrientes es una de las grandes ventajas del fertilizante orgánico. Esta liberación natural de elementos significa que hay un menor riesgo de que exista demasiada fertilización y perjudique la salud del suelo.
Además, se deberá aplicar fertilizantes con menos frecuencia lo que reducirá notablemente los gastos. Las plantas crecen a un ritmo natural y saludable, por lo que serán plantas más fuertes y estables, algo que no ocurre con aquellas plantas que crecen a un ritmo acelerado.
Es una posibilidad más económica
El abono orgánico es una opción mucho más económica que cualquier otra alternativa química. Si se tiene abono en casa o se vive en una zona rural, lo único a necesitar es invertir para el fertilizante del suelo.
Muchos agricultores venden estiércol e incluso lo regalan si hay disposición a recogerlo. Es más barato y eficaz. Le puede interesar: Reciclaje de plástico como opción para construir viveros
Más saludable para el medio ambiente
Al ser algo totalmente orgánico no se estarán creando compuestos químicos perjudiciales para el medio ambiente, esto significa que las plantas podrán crecer sin culpar al medio ambiente del no éxito de la siembra.
Por último, es importante decir que Antiguamente, las opciones de fertilizantes orgánicos consistían en fuentes simples de subproductos animales o vegetales que variaban en cuanto al análisis, liberación y calidad de nutrientes, de origen en origen y de lote en lote.
Una consistencia que se ha logrado a través de la mejora de los procesos de fabricación y las especificaciones de la fórmula. Los productos orgánicos ahora están disponibles como compuestos de varios materiales orgánicos, lo que ayuda a obtener análisis de nutrientes más equilibrados.
Autor: Camila Alvarado Caro, Estudiante de Comunicación Social – Periodismo.
Editor: Ana María Rizo Díaz- Periodista Editora
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