Por: Andrés Laguna – Facilitador Escuelas Digitales Campesinas Valle del Cauca y Cauca.
21 de Febrero, día internacional para la protección de osos. Conservamos la vida: un proyecto para proteger al oso representativo de los Andes.
Hojas mordidas, troncos “marcados” con rasguños, grandes huellas en el barro, pelos incrustados en los árboles, e incluso, evidencias gráficas captadas con “foto-trampeo” son pruebas contundentes de la presencia del oso de anteojos en territorio vallecaucano, motivando entre miembros de la población civil y funcionarios del sector público, un esfuerzo por proteger esta especie tan importante en América.
Los municipios de Dagua y Palmira, en los cuales tienen presencia nuestras Escuelas Digitales Campesinas, fueron escenarios en los que se hallaron rastros del oso de anteojos, como lo certificó la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca – CVC, y como lo informaron diferentes periódicos regionales y nacionales durante el pasado año 2016.
Vale la pena decir que la vereda La Buitrera, del Municipio de Palmira se ubica sobre la Cordillera Central, mientras que el municipio de Dagua está sobre la Cordillera Occidental; además, en una muestra territorial a lo largo de solo 3,800 Km2 de esta última cordillera, se calcula que puede haber presencia de 50 osos “andinos” o “de anteojos” machos y 150 hembras; todo esto es un índice de la alta presencia del oso de anteojos en el suroccidente colombiano.
En este contexto, la empresa privada y la CVC están ejecutando un programa de protección del oso de anteojos: “Conservamos la Vida”, el cual es para algunos amantes de la biología y de la naturaleza, y para habitantes de zonas cercanas a los avistamientos de oso de anteojos en el Valle del Cauca, una experiencia emocionante en favor de la conservación de esta especie vulnerada por la presencia del ser humano en las cercanías de su ecosistema nativo.
Pues, cuando el hombre se acerca demasiado al propio hábitat del oso de anteojos, puede suceder que este mamífero ataque los ganados y dañe algunos cultivos, además de que el oso se vaya desplazando hacia a zonas cada vez más altas de la cordillera, perdiendo su espacio, en su huída del hombre. Por tanto, el proyecto ‘Conservamos la Vida’, que es una alianza público-privada, busca proteger al oso andino que todavía habita en los Parques Nacionales Naturales de Tatamá, Farallones de Cali y Munchique de la Cordillera Occidental.
Con este programa podemos incluso adoptar simbólicamente un oso de nuestros parques naturales y ser así buenos administradores de nuestra casa común, que es el planeta tierra, y del cual debemos hacernos responsables, cuidando de la creación. ¡Felicidades al Valle del Cauca por su deseo de conservar la vida y éxitos en este proyecto!