El emprendimiento indígena colombiano logra cruzar fronteras
La quinua (Chenopodium quinoa) es un alimento natural de alto valor nutritivo, considerada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) como una semilla que se consume como cereal, se cultiva principalmente en países andinos y se le conoce como “El Grano de Oro de los Andes”; tiene alto contenido de vitaminas, calcio, fósforo, hierro y grasas que no producen colesterol, aporta un porcentaje elevado de proteína y provee la mayoría de los aminoácidos esenciales para el ser humano.
Después de las consideraciones anteriores, es un orgullo resaltar la labor del indígena misak Juan Carlos Muelas, un hombre de 31 años que nació en el resguardo de Guambía ubicado en el municipio de Silvia (Cauca) quien logró ver en la producción de quinua una oportunidad como modelo de negocio diferente y en la actualidad es dueño de una empresa agricola que exporta esta semilla a Estados Unidos.
Esta planta poderosa, motivó a Juan Carlos a dejar de lado los cultivos tradicionales de la economía agrícola colombiana, como la papa, la cebolla y la zanahoria, y a dedicarse exclusivamente al cultivo de esta semilla con el fin de lograr un alivio económico para él y para su familia; “Empezamos como beneficiarios, pero nos fuimos metiendo en ese cuento, y ya somos productores y un canal de comercialización. Ahora ya tenemos los cimientos para una gran empresa y grandes cantidades para exportar” aseguró.
La tarea en un principio no fue nada fácil, pues él llegó a perder media tonelada de muestras tratando de dar a conocer el producto, sin embargo, la Gobernación del Cauca le propuso exportar la quinua a Estados Unidos con la ayuda de recursos del Sistema General de Regalías.
Ante esta propuesta, inicialmente Muelas se mostró escéptico pero afirmó que cuando lo visitaron los inversionistas empezó a creer y decidió trabajar junto a su esposa con la convicción de crecer en el mercado nacional e internacional fundando la empresa familiar ‘Chish mamik’, que significa alimentos saludables y caracteriza principalmente por que acoge a todos los productores de Guambía y lugares aledaños.
En cuanto a la producción, Juan Carlos afirma que la siembra de 1 hectárea representa una tonelada y media de quinua, es decir unos 1.500 kilogramos de estas semillas, las cuales anteriormente vendía a $8.000 por kilo pero con la estandarización de precio ahora la comercializa en $3.000 en Guambía y en $ 5.000 o $ 6.000 en Bogotá y Medellín, dependiendo de la presentación del producto.
Este indígena misak tiene una visión enfocada al crecimiento de su empresa con la venta y exportación de productos orgánicos y además tiene la firme idea de lograr reemplazar la bienestarina por la quinua, motivo por el cual ya ha sostenido reuniones con funcionarios del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar para hablar sobre el tema y exponer los beneficios del producto.