Campesinos y víctimas del municipio de Ataco, Tolima, afianzaron su proceso de reparación colectiva.
Por: Stephanie Moreno Torregrosa
Campesinos y víctimas de Ataco, Tolima se comprometieron a encontrar una solución que les permita retornar a sus tierras y lograr una reparación colectiva.
Según un comunicado de la Unidad para las Víctimas, en Ataco se dio un paso importante para la reparación colectiva que adelantan varios campesinos y víctimas del conflicto armado interno de siete veredas del oriente tolimense.
Con el fin de que los campesinos retornen a sus tierras y se haga una reubicación efectiva, la Unidad para las Víctimas realizó con ellos sobre cuáles son los avances que hasta la fecha se tienen para iniciar la reparación en el territorio.
Según el director territorial central de la Unidad para las Víctimas, Jorge Sánchez, «la paz se construye en los territorios, desde la casa, la vereda, con las víctimas, con la reconstrucción del tejido social».
“Para finales de 2014, se habían invertido más de 122.000 millones de pesos para atender a las víctimas en el Tolima. Los afectados por el conflicto representan aproximadamente el 12% de la población del departamento, siendo el desplazamiento forzado el hecho que más ha afectado a sus residentes”, señaló el comunicado de la Unidad para las Víctimas.
HISTORIAS DE LA ZONA
Se estima que en esa zona del país entre los años 2001 y 2005 se vivió el asesinato de líderes, desplazamientos masivos y bombardeos, debido a la presencia de grupos guerrilleros y paramilitares; lo que generó en la comunidad inconformidad y desconfianza de retornar a sus tierras.
“Antes la gente vivía más activa, con más confianza, había más contacto. Luego la cosa se puso más pesada, ya no se podía ir al pueblo. Si usted iba al pueblo, le iban a catalogar que usted estaba llevando información. Llegaron los grupos armados a intimidar. Era muy difícil. Se fueron perdiendo los valores, la confianza, no salíamos. A unos los mataron, otros se fueron”, recuerda el campesino Jorge Albeiro Perdomo en el comunicado de la entidad.
Por su parte, la campesina María Griselda Debia, quien perdió a su esposo y un hijo, antes de abandonar sus tierras aseguró que “nos tocó irnos. Salimos en 2001 y regresé hace cuatro años para reconstruir la finca y a volver a respirar aire puro. En este momento, estamos con el programa de restitución de tierras. Ya comenzamos con el proyecto productivo y, gracias a dios, vamos trabajando”.
A su vez, puntualizó en el comunicado “Le doy gracias al presidente Santos, que fue el que aprobó la Ley de Víctimas y por él estamos aquí en la tierra, por él estamos trabajando y por él estamos como estamos, iniciando de nuevo, felices, con una nueva vida”, indicó esta mujer, contenta de volver a sembrar café, yuca y plátano. “Tenemos todo para reunirnos, para recreación, para recibir a la gente que llegue. Estoy muy feliz, porque doné el puesto para hacer la caseta y también doné el puesto para esta escuela. Me siento orgullosa de eso, porque es servirle a la comunidad. El día de hoy es un día inolvidable, de paz, de amor, de reconstrucción”.
Por último en el marco del evento que reunió a los campesinos y víctimas de Ataco, el alcalde de ese municipio, José Antonio Jiménez Narváez, resaltó que “el proyecto más exitoso ha sido el trabajo con la Unidad para las Víctimas, con la que ha existido coordinación entre la alcaldía y las entidades que escuchan y atienden”.